Gaza. Hezbolá anunció este martes el ataque con drones a dos posiciones militares en el norte de Israel, en respuesta a la muerte de uno de sus miembros en un bombardeo israelí en el sur de Líbano.
Los combatientes de Hezbolá llevaron a cabo un bombardeo con drones contra dos posiciones militares israelíes, en el norte de la ciudad de Acre, según anunció el movimiento proiraní en un comunicado. El ataque fue una respuesta al asesinato de un miembro del Hezbolá horas antes.
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El Hezbolá libanés intercambia disparos diarios con el ejército israelí desde el inicio de la guerra entre Israel y el Hamás palestino en la Franja de Gaza hace más de seis meses. El movimiento chiita, que recrudeció sus acciones estos últimos días, normalmente se limita a apuntar contra posiciones fronterizas.
El ejército israelí indicó interceptar dos blancos aéreos sospechosos en la costa norte. Un dron israelí alcanzó en la mañana a un ingeniero del Hezbolá, miembro de la defensa aérea, afirmó a esta agencia una fuente cercana al partido chiita. El ataque se produjo en la región costera de Tiro, a unos 35 kilómetros al norte de la frontera con Israel, según un fotógrafo de esta agencia que vio el vehículo completamente carbonizado.
Por su parte, el ejército israelí anunció la eliminación de un importante terrorista de la unidad de defensa aérea de Hezbolá en el sur del Líbano, a unos veinte kilómetros de la frontera. El hombre estaba implicado en la planificación y ejecución de ataques terroristas contra Israel y en las actividades de la unidad aérea de Hezbolá.
El ejército israelí también anunció eliminar a un terrorista importante de las fuerzas de Al Radwan, la unidad de élite de Hezbolá. Hezbolá anunció la muerte de uno de sus combatientes la noche del lunes al martes, y la Agencia Nacional de Información informó de intensos bombardeos israelíes durante la noche en el sur del Líbano.
Los cruces de disparos entre Israel y Hezbolá desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre dejaron 378 muertos en el lado libanés, entre ellos 252 combatientes del movimiento chiita y unos 70 civiles, según un recuento de esta agencia. En el norte de Israel murieron once soldados y ocho civiles, según el ejército.