Río de Janeiro. AFP. El papa Francisco dijo ayer que la Iglesia brasileña ha aplicado bien el Concilio Vaticano II, para lo cual ha superado “enfermedades infantiles”, en alusión a la Teología de la Liberación que nació en la región.
“La Iglesia en Brasil ha recibido y aplicado con originalidad el Concilio Vaticano II, y el camino recorrido, aunque ha debido superar algunas enfermedades infantiles, ha llevado gradualmente a una Iglesia más madura, generosa y misionera”, dijo el Papa argentino en un discurso ante cardenales y obispos brasileños.
Para referirse a esta corriente teológica nacida hace más de cuatro décadas en Latinoamérica, el Pontífice utiliza una expresión del líder revolucionario ruso Vladimir Lenin, que en 1920 publicó su libro El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo.
Brasil fue laboratorio de varias experiencias después del Concilio Vaticano II, principalmente de la Teología de la Liberación , que apuntó a renovar el mensaje central de la religión católica en una de las regiones con mayores desigualdades del planeta.
El Vaticano, bajo el pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), acusó de marxista a la Teología de la Liberación por resaltar la opción preferencial de Dios por los pobres y sancionó a varios sacerdotes vinculados a ella, como el brasileño Leonardo Boff.
Como arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio criticó la Teología de la Liberación, aunque se esperaba que en este viaje hiciera algún gesto de reconciliación hacia esta corriente.
El papa Francisco ratificó como prefecto de la Doctrina de la Fe al obispo y teólogo alemán Gerhard Muller, quien había sido designado en el cargo por Benedicto XVI.
Muller escribió en el 2004 junto al sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, padre de la TL, el libro Del lado de los pobres, Teología de la Liberación , con reflexiones sobre el aporte de esta al catolicismo.