Kano, Nigeria. AFP. La comunidad internacional alzó el tono ayer contra el grupo islamista nigeriano Boko Haram , que secuestró a más de 200 niñas escolares, hace tres semanas, y amenaza con venderlas como “esclavas”.
En el mismo estado de Borno (noreste del país), ques es el feudo del grupo islamista, hombres armados, presuntamente miembros de Boko Haram, secuestraron a otras ocho jóvenes, denunciaron el martes sus habitantes.
En un video recibido el lunes, Abubakar Shekau, líder del grupo, se atribuyó la responsabilidad del secuestro masivo , el 14 de abril, en una escuela del distrito de Chibok, en el estado de Borno.
En el video, Shekau dijo: “Por Alá, que las venderé en el mercado”, y añadió que Boko Haram las considera “esclavas”.
“Hemos estado todo este tiempo imaginando lo que podría ocurrir a nuestras hijas estando en manos de esa gentuza”, dijo a la AFP desde Chibok Lawal Zanna, cuya hija está entre las 223 menores que permanecen secuestradas.
El suceso ha levantado una indignación internacional desde Naciones Unidas, pasando por Egipto y Estados Unidos, donde algunos senadores pidieron incluso una intervención.
“No podemos cerrar los ojos ante la evidencia de la barbaridad que se está produciendo ante nosotros en Nigeria”, dijo la senadora demócrata Amy Klobuchar el lunes ante el pleno de la cámara.
En un comunicado publicado en El Cairo, la prestigiosa universidad islámica de Al-Azhar indicó que hacer daño a estas adolescentes es “completamente contrario a las enseñanzas del islam y a sus principios de tolerancia” e instó a “su liberación inmediata”.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, dijo el martes que Londres le está ofreciendo a Nigeria “ayuda práctica” para la liberación de las niñas.
Estados Unidos puso a disposición el martes a un equipo de expertos para encontrar a las jóvenes.
Naciones Unidas advirtió al grupo islamista de que el secuestro masivo podría constituir un crimen de lesa humanidad.
“La legislación internacional prohíbe absolutamente la esclavitud (...). Estos actos pueden constituir, bajo ciertas circunstancias, un crimen de lesa humanidad”, dijo Rupert Colville, vocero del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.