Teherán. Irán amenazó el miércoles con reanudar el enriquecimiento de uranio de alta concentración en un plazo de 60 días si las potencias internacionales no logran renegociar su acuerdo nuclear de 2015.
El anuncio llegó cuando se cumplía un año desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retirase del acuerdo, y aumentó las tensiones después de que Washington enviara esta semana un portaaviones y un escuadrón de bombarderos para responder a amenazas no especificadas de Teherán.
“La República Islámica de Irán no se considera en este momento comprometida a respetar las restricciones concernientes a las reservas de agua pesada y uranio enriquecido”, afirmó el Consejo Superior de Seguridad Nacional en un comunicado.
En un mensaje televisado, Hasán Rohaní, también dijo que el país dejará de exportar sus excedentes de uranio enriquecido y agua pesada de su programa nuclear, dos requisitos del acuerdo. No especificó hasta qué punto Irán podría enriquecer uranio, que a altas concentraciones puede utilizarse en armas nucleares.
Rohaní indicó que Irán quiere negociar nuevos términos con los socios que siguen en el acuerdo, aunque admitió que la situación es difícil.
“Creemos que el acuerdo nuclear necesita una cirugía y que los analgésicos del último año no han sido eficaces”, expresó. “Esta cirugía es para salvar el acuerdo, no para destruirlo”.
El anuncio de los iraníes es “intencionadamente ambiguo”, consideró el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y agregó que habrá que “esperar a ver cuáles son las acciones de Irán” antes de decidir una respuesta.
El emisario de Washington para Irán, Brian Hook, afirmó que su país “nunca será rehén del chantaje nuclear del régimen iraní” y subrayó que los anuncios de Teherán sobre un posible incremento de su plan nuclear son “contrarios a las normas internacionales”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció el miércoles la “presión irracional” que sufre Teherán a raíz de “decisiones irreflexivas y arbitrarias”, que provocan “medidas enojosas”, declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El pacto del 2015 establecía un límite al programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
Estados Unidos ha reintroducido duras sanciones desde que se retiró, agravando una dura crisis económica en Irán. La moneda iraní, que cotizaba a 32.000 riales por dólar en el momento del acuerdo, estaba el miércoles a 153.500 riales por divisa estadounidense.
Precisamente, el presidente Donald Trump anunció medidas contra los sectores minero y del acero iraní. “Hoy (miércoles) voy a firmar una orden ejecutiva para imponer sanciones contra el hierro, el acero, el aluminio y el cobre de Irá, que son las fuentes más grandes de ingresos del régimen, fuera del petróleo”, puntualizó en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Según Estados Unidos, este sector suma un 10% de las exportaciones de Irán.
Teherán notificó el miércoles su decisión a Gran Bretaña, Rusia, China, la Unión Europea, Francia y Alemania. Todos eran firmantes del acuerdo nuclear.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Javad Zarif, se reunió el miércoles en Moscú con su homólogo ruso.
Reproche a Occidente
“Nuestros amigos en Rusia y China mantuvieron muy buenas relaciones con nosotros este año. Pero el resto de los participantes no cumplió ninguna de sus obligaciones”, aseveró Zarif.
Por su lado, el canciller ruso, Sergéi Lavrov, aseguró que Moscú va a “esforzarse” para “convencer” a los europeos de que cumplan con sus promesas.
“Si los cinco países se suman a las negociaciones y ayudan a Irán a acceder a sus beneficios en el campo del petróleo y la banca, Irán volverá a sus compromisos según el acuerdo nuclear”, manifestó Rohaní.
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Sin embargo, el mandatario advirtió de que habría una “fuerte reacción” si los líderes europeos optan en su lugar por imponer más sanciones a Irán por medio del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No entró en detalles.
Zarif hizo otra advertencia desde Moscú.
“Después de un año de paciencia, Irán detiene las medidas que Estados Unidos ha hecho imposible mantener”, escribió en Twitter. Las potencias internacionales, señaló, tienen “una ventana que se va cerrando para revocar esto”.
Ruhani indicó que si pasan los 60 días y no hay cambios, Irán pondrá fin a una iniciativa que lidera China para rediseñar su reactor Arak de agua pesada. Estos reactores producen plutonio que puede utilizarse en armas nucleares.
La noticia tuvo una rápida reacción del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, un gran detractor del acuerdo nuclear.
“He oído que Irán pretende continuar con su programa nuclear. No permitiremos que Irán obtenga armas nucleares”, afirmó Netanyahu. "Seguiremos luchando contra quienes quitarnos la vida, y echaremos raíces aún más profundas en la tierra de nuestra patria”.
El pacto indica que Teherán puede mantener unas reservas de no más de 300 kilogramos de uranio de bajo enriquecimiento. Eso contrasta con los 10.000 kilogramos de ese elemento de alto enriquecimiento que tuvo en el pasado.
Estados Unidos canceló la semana pasada acuerdos que permitían a Irán intercambiar su uranio enriquecido por uranio natural no enriquecido con Rusia, así como vender su agua pesada a Omán.
Estados Unidos también puso fin a las exenciones para países que compran crudo iraní, una fuente crucial de ingresos para el gobierno iraní.
El acuerdo permite ahora a Irán enriquecer uranio al 3,67%, que puede utilizarse como combustible para una central eléctrica nuclear comercial. El uranio para armas requiere un enriquecimiento en torno al 90%.
Sin embargo, los científicos opinan que una vez un país enriquece uranio a aproximadamente el 20%, el tiempo necesario para llegar al 90% se divide a la mitad. Irán ha enriquecido uranio al 20% en el pasado.