Viena. AFP. La negociación final sobre el plan nuclear iraní comenzó ayer en Viena, en un ambiente solemne, mientras Estados Unidos destacó una “oportunidad histórica” e Irán señaló una “ocasión única de entrar en la historia”.
“Este es un momento crucial en los esfuerzos internacionales para resolver uno de los mayores desafíos en materia de política internacional de nuestro tiempos”, dijo el canciller británico John Hague.
Durante estas discusiones tratarán de acercar las posiciones, extremadamente divergentes, de Irán por un lado y por el otro las grandes potencias del grupo 5+1 (Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Rusia y Gran Bretaña). Los expertos y los altos responsables políticos iniciaron una maratón que podría continuar más allá de la fecha tope del 20 de julio.
Pacto. El acuerdo negociado desde principios de este año garantizaría que Irán no trata de fabricar la bomba atómica. A cambio, se levantarían las sanciones internacionales que privan cada semana a este país de miles de millones de dólares en ingresos petroleros.
También favorecería la normalización de las relaciones entre los países occidentales y la República Islámica, en un Medio Oriente cada vez más explosivo, con el avance de los yihadistas del Estado Islámico en Irak y la guerra civil en Siria.
Dicho acuerdo también reduciría el riesgo de proliferación nuclear en la región. Además de Israel, las monarquías petroleras del Golfo Pérsico están aterrorizadas ante la perspectiva de un Irán que posea la bomba atómica.
La capacidad de enriquecimiento de uranio que conservaría Irán después de un acuerdo es uno de los puntos de divergencia entre los países que discuten el tema.