Teherán. AFP. Irán y la Agencia nuclear de las Naciones Unidas acordaron ayer una agenda de inspección del programa nuclear iraní, pero –señal de las persistentes divergencias a pesar de los avances logrados en Ginebra– Estados Unidos consideró que el enriquecimento de uranio no es un “derecho establecido”.
El calendario de cooperación se acordó durante una visita a Teherán del diplomático japonés Yukiya Amano, director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que desde hace años intenta verificar la naturaleza del programa nuclear iraní.
Irán ha aceptado que los inspectores de la Agencia visiten Arak, donde hay un reactor de agua pesada y al que intentan acceder desde el 2011, además de la mina de uranio de Gachin, cerca del puerto de Bandar Abas (sur), indicó el jefe de la organización nuclear iraní, Alí Akbar Salehi.
Sin embargo, no se prevé ir a la base militar de Parchin, cerca de Teherán, donde la Agencia de la ONU cree que las autoridades han llevado a cabo explosiones de prueba, aunque Amano dijo que esta visita se discutirá próximamente.
Este acuerdo es un paso alentador a pesar de su carácter limitado, estimaron analistas y diplomáticos cercanos al caso.
El acuerdo tiene lugar después de un fin de semana de intensas negociaciones en Ginebra entre Irán y las potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).
Tras esperarse un acuerdo inminente, las partes no alcanzaron ningún acuerdo político sobre el programa nuclear de Irán.
Las negociaciones de Ginebra permitieron, empero, avances, según los participantes, y se retomarán el 20 de noviembre en Ginebra.
Las discusiones tienen como objetivo llegar a un “acuerdo intermediario” con “una disminución limitada y proporcional de las sanciones” internacionales impuestas a Irán , declaró ayer el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague.
Bloqueadas desde hace años, las discusiones fueron relanzadas por la política de apertura del nuevo presidente iraní, el moderado Hasán Ruhaní, quien espera obtener un levantamiento de las sanciones que asfixian la economía de su país.
Sin embargo, Ruhaní reiteró el domingo que no renunciará a sus “derechos nucleares en el marco de las reglas internacionales”, a lo que el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, respondió ayer y afirmó que ningún país tiene “un derecho establecido para enriquecer uranio”.
Kerry dijo también ayer que comprende “las inquietudes” del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ha hecho campaña contra el proyecto de acuerdo con Irán . Kerry dijo: “Lo que estamos haciendo protegerá a Israel de forma más eficaz”.