Jerusalén. Israel advirtió que sus soldados tienen orden de disparar si los palestinos amenazan la frontera el viernes, cuando prevén realizar una manifestación que es considerada punto de partida de un periodo de movilizaciones e inestabilidad.
La “Jornada de la Tierra” palestina, como se denomina la movilización del viernes, abre un periodo de varias semanas de concentraciones que hace temer incidentes violentos entre manifestantes palestinos y tropas israelíes.
Como muestra de la reanudación de las tensiones en la región, tanques israelíes dispararon el miércoles contra posiciones del movimiento islamista Hamás en la franja de Gaza en represalia por un incendio provocado a lo largo de la barrera que rodea el enclave palestino.
El ejército israelí desplegó refuerzos en la frontera como medida preventiva para el viernes. Afirmó que se está preparando para todos los escenarios, entre ellos ante cualquier intento, organizado o no, de forzar la barrera que separa Israel de la franja de Gaza, donde viven dos millones de palestinos físicamente apartados del resto del mundo por el bloqueo israelí y egipcio.
Un centenar de francotiradores de élite fueron reclutados, advirtió el jefe del estado mayor israelí, Gadi Eisenkot, en el diario Yediot Aharonot, según citas de una entrevista que se publicará el viernes.
En caso de que los soldados en la frontera estén en peligro, “tienen la autorización de disparar. No permitiremos que se infiltren en masa en Israel ni que dañen la barrera”, declaró.
“La orden es emplear ampliamente la fuerza”, dijo.
Los soldados que se encuentran en la frontera regularmente disparan a los habitantes de Gaza que se acercan demasiado cuando se manifiestan.
Sin embargo, las fuerzas israelíes se preocupan particularmente por la presencia de mujeres y niños en una zona que será más peligrosa en las próximas semanas.
En la franja de Gaza, los palestinos fueron convocados a concentrarse en campos de carpas instalados en varios puntos a unos cientos de metros de la barrera israelí que cierra la frontera.
En principio, la protesta convocada por la sociedad civil reivindica el derecho de los refugiados de volver a sus tierras, y prevén que dure más de seis semanas.
Sin embargo, Israel considera que Hamás y otros grupos están detrás de la protesta que podría juntar decenas de miles de personas hasta culminar con una gran marcha a la barrera el 15 de mayo.
Hamás asegura que cuidará de que los participantes no se expongan acercándose demasiado cerca a las posiciones israelíes.
Fuerte amenaza de guerra
En una serie de entrevistas que se publicarán el viernes, el general Eisenkot dijo que, dado el contexto regional, la amenaza de una guerra que implique a su país es muy fuerte este año, y el frente palestino es el que más le preocupa.
“Una situación explosiva, sensible se desarrolla en todo el Medio Oriente, particularmente entre los palestinos”, dijo al diario Haaretz.
Eisenkot mencionó una serie de factores y acontecimientos para argumentar su postura. La “Jornada de la Tierra” marca cada 30 de marzo la muerte en 1976 de seis árabes israelíes durante manifestaciones contra la confiscación de tierras por Israel.
Los árabes israelíes son los descendientes de los palestinos que no abandonaron sus tierras cuando se creó el estado de Israel en 1947.
Pero este año, esa fecha significa además el inicio de un periodo en el cual Estados Unidos tiene previsto inaugurar su embajada en Jerusalén, alrededor del 14 de mayo.
El reconocimiento por parte del presidente Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel y la decisión de mudar su embajada de Tel-Aviv a Jerusalén indignó a los palestinos.
Acrecenta los riesgos de que se produzcan manifestaciones violentas la incapacidad de los grupos políticos palestinos de superar sus divisiones y la desesperanza que reina en la franja de Gaza, golpeada por las guerras, la pobreza y la escasez.
“Yo espero sinceramente que nadie subestime el caracter dramático de la situación” en Gaza, dijo el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Pierre Krahenbuhl.
La UNRWA, que interviene sobre todo en Gaza, atraviesa por un momento muy delicado debido a que Estados Unidos congeló la financiación de ayuda de decenas de millones de dólares.