Turín. Italia propuso un plan para restablecer la paz en Ucrania en un documento detallado elaborado por el ministerio de Relaciones Exteriores y entregado a la Organización de Naciones Unidas (ONU), anunció este viernes el canciller italiano Luigi di Maio.
“El plan de paz italiano es una propuesta que ya discutí con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hace dos días en Nueva York y que prevé la creación de un grupo de facilitación internacional integrado por las Naciones Unidas, la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa”, explicó Di Maio en una conferencia de prensa conjunta con los ministros del Consejo de Europa celebrada cerca de Turín.
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“El objetivo es trabajar paso a paso (...) a partir, por ejemplo, de treguas localizadas, la evacuación de civiles, la apertura de corredores humanitarios seguros, para luego ir aumentando hasta llegar a un alto el fuego general”, explicó.
La iniciativa italiana llega en un momento en que el conflicto en Ucrania se ha empantanado y amenaza con desatar una grave crisis energética y alimentaria a nivel mundial, ya que afecta la actividad agrícola y las exportaciones de cereales de Ucrania, país que era el cuarto exportador mundial de maíz y estaba por ser el tercer mayor exportador de trigo.
Los detalles del plan no han sido divulgados a la prensa, pero fue anticipado por el diario italiano La Repubblica, que tuvo acceso al minucioso documento elaborado por diplomáticos de la cancillería italiana. El plan se centra en sustancia en cuatro puntos: alto el fuego, neutralidad de Ucrania, respaldada por una “garantía” política internacional que se discutirá en el marco de una conferencia de paz, cuestiones territoriales (Crimea y Donbás) y nuevo tratado multilateral de seguridad y paz.
Italia, la tercera economía de la zona euro, se ve particularmente afectada por el conflicto en Ucrania, en especial debido a su dependencia del gas ruso. Pobre en recursos energéticos y desprovista de centrales nucleares, la península importa el 95% del gas que consume, el cual proviene en un 40% de Rusia.