Rusia tuvo que suspender el lunes los preparativos de un referendo en el sur de Ucrania sobre la anexión de la región de Jersón por la contraofensiva de las fuerzas ucranianas, que revindican avances y están afectando la logística del ejército ruso.
Por otra parte, el último reactor en funcionamiento de la central nuclear de Zaporiyia, donde se encuentran los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tuvo que ser apagado por los bombardeos.
“El reactor número 6 fue detenido y desconectado de la red”, afirmó el operador ucraniano Energoatom en Telegram, culpando a un incendio “que se declaró a raíz de los bombardeos” y que dañó una línea eléctrica.
Los expertos del OIEA, que llegaron la semana pasada a la central, siguen en el lugar tratando de garantizar la seguridad de las instalaciones.
Más al sur, en la región de Jersón, el ejército ucraniano sigue su ofensiva y Mijailo Podoliak, asesor del presidente ucraniano, volvió a pedir a la población, “incluso en la península de Crimea”, que se asegure un acceso a un refugio subterráneo y a reservas de alimentos.
Señal del avance del ejército ucraniano, la administración ocupante rusa de la región de Jersón decidió suspender el referendo de anexión que tenía previsto.
“Estábamos preparados para la votación y queríamos organizar muy pronto el referendo, pero ante los acontecimientos en curso creo que de momento vamos a hacer una pausa”, declaró en la televisión pública rusa Kirill Stremousov, jefe de la administración ocupante rusa en Jersón.
Desde hace semanas, la administración ocupante de las regiones ucranianas de Jersón y Zaporiyia decía estar preparando referendos para unir estas regiones a Rusia a finales de este año, como ya ocurrió en 2014 cuando se anexionó Crimea.
Sin embargo, Jersón y su región están siendo objeto de una contraofensiva por parte de Ucrania, que afirma haber recuperado territorio, infligido pérdidas a los rusos y haber interrumpido las líneas de suministro rusas inutilizando los principales puentes de la zona, que cruza norte a sur el río Dniéper.
Cortar los puentes
El domingo, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció por su parte la reconquista de “dos localidades en el sur” y una tercera en el este, sin especificar sus nombres.
Por su parte la inteligencia militar ucraniana (GUR), aseguró el lunes en un comunicado que había destruido en la región de Zaporiyia un depósito donde se almacenaban papeletas para el referendo organizado por Moscú.
“Todos los puentes” sobre el Dniéper en la región de Jersón “están fuera de servicio”, dijo la portavoz del ejército ucraniano en el sur, Natalia Gumenyuk, y aseguró que “tres puentes flotantes” construidos por el ejército ruso también habían sido destruidos.
Por su parte el Ministerio de Defensa ruso aseguró que estaba infligiendo grandes pérdidas a los ucranianos “que están tratando de echar raíces en ciertas áreas” del sur de Ucrania ocupado.
Las fuerzas rusas atacaron a Ucrania el 24 de febrero desde el este, el norte y el sur de su territorio. Tras fracasar en la toma de Kiev, acabaron por retirarse del norte de Ucrania, concentrándose en el este y el sur.
El ejército ucraniano, respaldado por suministros militares occidentales, logró detener el avance ruso y hace una semana lanzó su contraofensiva en el sur.
Ciudades atacadas
Sin embargo, Rusia sigue atacando ciudades ucranianas con artillería y misiles.
Fue el caso en Mikolaiv donde “se escucharon potentes explosiones en la ciudad”, dijo el alcalde Oleksandr Senkevich en Telegram, indicando que no hubo víctimas.
Los bombardeos también afectaron a Nikopol, pero las autoridades regionales dijeron que no hubo víctimas.
En Járkov, una ciudad del noreste, cerca de la frontera rusa, “tres personas resultaron heridas por los bombardeos” nocturnos, dijo el jefe de la administración regional, Oleg Synegubov.
En la misma región, dos civiles murieron en un bombardeo ruso el lunes por la mañana en Zolochiv.
En la región Dnipropetrovsk (centro-este), una mujer murió y tres personas resultaron heridas en un bombardeo ruso el lunes, dijo el gobernador regional Valentin Reznichenko en Telegram.
En el frente económico, el Kremlin dijo el lunes que el cese del suministro a Alemania a través del gasoducto Nord Stream era culpa de Occidente, ya que sus sanciones impiden el mantenimiento de la infraestructura gasística. "
“No hay ninguna otra razón a esos problemas”, estimó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Las declaraciones llegan unos días después del cierre total de Nord Stream, un gasoducto crucial para el abastecimiento de los países europeos, que temen una crisis energética este invierno.