Washington. La defensa antiaérea juega un papel vital y altamente efectivo en la respuesta de Ucrania a la invasión rusa, pero se está viendo presionada por la intensificación de los ataques desde Moscú.
En dificultades en el terreno, Rusia aumentó sus bombardeos sobre la infraestructura energética de Ucrania desde octubre, una lluvia de ataques particularmente fuerte esta semana.
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Si bien Kiev impide hasta ahora que Moscú se haga con el control del espacio aéreo, los aliados de Ucrania son conscientes de que habrá que reforzar la defensa antiaérea ucraniana para que resista este diluvio de fuego.
Kiev está presionando a los países que lo apoyan, en especial a Estados Unidos, para que le facilite equipamiento de avanzada, como misiles Patriot y cazas F-15.
"Ucrania sigue luchando y sus capacidades de defensa aérea serán esenciales para el éxito futuro", dijo el miércoles el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.
"Se necesitará un sistema integrado de defensa antiaérea y antimisiles para repeler los ataques aéreos rusos", agregó, y señaló que los ataques del martes representaron "probablemente la salva más fuerte desde el comienzo de la guerra".
El Pentágono identificó 111 lanzamientos de misiles rusos y 26 ataques de drones kamikaze.
Superioridad aérea
Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero, la defensa antiaérea de Ucrania se basó en gran medida en aviones y sistemas antimisiles de la era soviética, que se utilizaron de manera efectiva para evitar que Moscú controlara el espacio aéreo.
Esta respuesta afectó "casi todos los aspectos del poder aéreo ruso", dijo Karl Mueller, de Rand Corporation, un centro de estudios estadounidense especializado en estrategias de seguridad nacional y militar.
Según él, los sistemas ucranianos de mediano y largo alcance obligaron a los aviones rusos a recurrir a reservas limitadas de misiles, ya que tenían que disparar desde lejos para no ser destruidos.
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Además, los sistemas de corto alcance han "limitado realmente la capacidad de los rusos para utilizar sus helicópteros de ataque y sus aviones bombarderos en el campo de batalla", prosiguió el analista.
Mueller atribuyó el éxito de los sistemas antiaéreos ucranianos a varios factores, incluyendo el hecho de que el país "tiene muchos sistemas de misiles tierra-aire" que fueron "operados eficientemente".
Las defensas antiaéreas de Ucrania también fueron totalmente móviles, agregó, ayudándoles a dispersarse y evadir los ataques rusos.
Por otra parte, “la fuerza aérea rusa no es muy buena atacando las defensas antiaéreas”, al no tener, a diferencia de Estados Unidos, unidades especializadas para cumplir con esta misión, añadió Mueller.
“Prioridad alta”
Desde el comienzo de la guerra, la defensa antiaérea ucraniana se enriqueció con sistemas sofisticados, como los del tipo NASAMS suministrados por Estados Unidos o Iris-T de Alemania, y también equipos más antiguos como los sistemas S-300 y HAWK y misiles Stinger.
Pero Kiev y sus aliados están convencidos de que se necesita más.
Durante una reunión el miércoles, la coalición internacional que apoya a Ucrania evaluó, según el general Milley, "cómo proporcionar la combinación adecuada de sistemas antiaéreos y municiones para que Ucrania conserve el control de los cielos".
Las fuerzas de Kiev ya están logrando derribar misiles y drones rusos, con 102 objetivos destruidos desde el 11 de noviembre, según el ejército ucraniano.
Pero ningún sistema de defensa aérea es capaz de bloquear todos los ataques, como lo demostraron los bombardeos que dejaron sin luz a millones de personas el martes justo en medio de las primeras nevadas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kouleba, dijo que estaba "convencido de que había llegado la hora de los Patriots", en un mensaje en Twitter el jueves. A principios de semana, ya había pedido aviones de combate F-15 y F-16.
Washington es reacio a proporcionar a Ucrania estas baterías de misiles o estos aviones de largo alcance por temor a que Moscú lo vea como una escalada del conflicto.
"Pero a largo plazo, los ucranianos necesitarán aviones fabricados en Occidente", dijo Mueller.
Ante el resurgimiento de los ataques rusos, reforzar las capacidades antiaéreas de Ucrania es “claramente una prioridad alta en términos de ayudar a los ucranianos a sobrevivir”, afirmó.