Moscú. Rusia no debe intensificar el conflicto en Ucrania con afirmaciones falsas de que Kiev planea detonar una “bomba sucia” en su propio territorio, urgió este lunes el jefe de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.
Desde el domingo, Moscú acusa a Ucrania de querer lanzar una bomba radiactiva en su propio país. Kiev y sus aliados occidentales rechazan estas alegaciones y temen que Rusia quiera preparar una escalada militar bajo ese pretexto.
“Los aliados de la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte) rechazan esta acusación. Rusia no debe utilizar esto como un pretexto para una escalada” del conflicto en Ucrania, afirmó Stoltenberg en un tuit, tras hablar con el jefe del Pentágono, Lloyd Austin y el ministro de Defensa británico, Ben Wallace.
Según el Kremlin, Ucrania ya estaría en la “fase final” de la fabricación de esta bomba convencional, envuelta en materiales radioactivos y destinados a ser diseminados en forma de polvo durante la explosión.
“Según las informaciones de las que disponemos, dos organizaciones ucranianas tienen instrucciones específicas para crear la denominada ‘bomba sucia’”, reiteró el lunes en un comunicado el teniente general Igor Kirillov.
Sin embargo, un alto funcionario militar estadounidense aseguró que Washington no tenía indicios de que Rusia había decidido usar armas nucleares, químicas o biológicas en Ucrania. “Los ucranianos no están construyendo una bomba sucia, ni tenemos indicios de que los rusos hayan tomado la decisión de emplear armas nucleares, químicas, biológicas”, dijo el funcionario bajo condición de anonimato.
Misión del OIEA
El jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerasimov, reiteró el lunes las acusaciones en una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, según el Ministerio de Defensa. El domingo, el ministro de Defensa ruso, Sergéi Shoigu, se comunicó con sus homólogos de varios países de la OTAN para expresarles su preocupación de que Ucrania planeaba usar una “bomba sucia”.
A continuación, Estados Unidos, Reino Unido y Francia emitieron una declaración conjunta para rechazar la versión “claramente falsa” de Rusia. El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmitro Kuleba, insistió en que las inculpaciones eran “absurdas” y “peligrosas”. El presidente Volodimir Zelenski pidió por su parte a sus aliados occidentales responder de la manera “más dura posible”.
El lunes, Kuleba dijo que Rafael Grossi, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aceptó una invitación para mandar expertos a las instalaciones ucranianas, donde Rusia “afirma falsamente” que se está desarrollando una “bomba sucia”.
“A diferencia de Rusia, Ucrania siempre ha sido y sigue siendo transparente. No tenemos nada que ocultar”, insistió.
Localidades recuperadas
Las acusaciones que Rusia reiteró este lunes se producen en un momento en que las fuerzas rusas sufren reveses en Ucrania. El Ejército ucraniano anunció este lunes que expulsó a las fuerzas rusas de varios pueblos en el noreste del país, donde una contraofensiva de Ucrania lanzada en setiembre ya permitió recuperar miles de kilómetros cuadrados (km2).
“Gracias a operaciones exitosas, nuestras tropas empujaron al enemigo fuera de las localidades de Karmazynivka, Myasozharivka y Nevske en la región de Lugansk y Novosadove en la región de Donetsk”, afirmó el Ejército en un comunicado.
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Moscú se enfrenta también a una contraofensiva de Kiev en la región meriodional de Jersón, uno de los cuatro territorios ucranianos que Moscú anexionó en setiembre. El lunes, Ucrania anunció la reconquista de 90 localidades en esa zona.
En las últimas semanas, Rusia intensificó sus ataques contra Ucrania, en especial contra sus instalaciones eléctricas, en una aparente represalia a la explosión que dañó un puente que conecta a la península de Crimea con el territorio ruso.
En Kiev, los bombardeos se llevaron a cabo con drones de fabricación iraníes, según Ucrania. Zelenski aseguró el lunes que Rusia encargó “cerca de 2.000 drones” iraníes para su campaña de bombardeos.
El líder ucraniano criticó también la neutralidad que mantiene Israel desde la ofensiva, lo que permitió según él una “alianza” entre Moscú y Teherán. “Esta alianza no hubiera existido si sus políticos hubieran tomado una decisión entonces. La decisión que les pedimos”, declaró Zelenski durante una conferencia organizada por el diario israelí Haaretz.