Los sirios no solamente están amenazados por la violencia grotesca y la ideología represiva de Estado Islámico (EI), sino también por la campaña del régimen de terror de Asad, señaló Justen Thomas, director del Media Hub para las Américas del Departamento de Estado.
Thomas dijo que, de acuerdon con la ONU, el pueblo sirio sigue siendo víctima de los ataques aéreos, bombardeos con barril, detenciones arbitrarias, torturas, violencia sexual y asesinatos por parte del régimen.
“El régimen podría ayudar fácilmente a mejorar las condiciones humanitarias en todo el país, pero está claro que no tiene intenciones de hacerlo”.
Frente a estas circunstancias, el programa de entrenamiento y equipamiento de la oposición armada controlada “ayudará a las fuerzas de oposición a defenderse de los ataques, tanto del régimen de Asad, como de EI, a estabilizar las zonas bajo control de la oposición, y en última instancia, a avanzar en las condiciones para una solución política negociada que puede poner fin al conflicto sirio.
– ¿Cómo enfrentar la oposición rusa a una intervención?
– Estados Unidos y Rusia están de acuerdo en que la solución a la situación en Siria no es militar. Por eso, reiteramos el llamado al régimen de Asad para poner fin a sus atrocidades contra el pueblo sirio y para ingresar en un proceso político pacífico que asuma los principales reclamos de los sirios y que sea consistente con el Comunicado de Ginebra.
– ¿Han dado los bombardeos de la coalición contra el Estado Islámico, en el norte de Siria, resultado positivo?
– Combinadas, las fuerzas de la oposición kurda y de los moderados han estado presionando y forzando la retirada de EI en Siria, como sucedió en Kobane.
”Hasta la fecha, la coalición ha realizado casi 2.700 ataques aéreos, casi 1.500 en Irak y otros 1.200 en Siria. Estamos abatiendo a los combatientes de EI y a sus comandantes, y eliminamos más de mil vehículos y tanques, más de 200 instalaciones de petróleo y gas, parte de la infraestructura que financia su campaña terror.
”Destruimos más de 20 campos de entrenamiento y más de 3.000 posiciones de combate, puestos de control, edificios y cuarteles en Irak y Siria.
“El avance de EI se ha disipado; su capacidad de sumar fuerzas y de maniobra se ha visto degradada; sus líneas de suministros han sido cortadas”.