París. Francia anuló este viernes la participación del Reino Unido en una reunión el domingo para abordar la crisis migratoria en el canal de la Mancha, donde días atrás murieron 27 migrantes, tensando la ya deteriorada relación entre ambos desde el brexit.
París justificó su decisión al considerar “pobre en contenido y totalmente inapropiada en la forma” la carta del primer ministro británico, Boris Johnson, al presidente francés, Emmanuel Macron, pidiéndole readmitir a los migrantes que alcanzan sus costas.
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En una carta hecha pública en redes sociales, Johnson pide a Macron “un acuerdo bilateral de readmisión (...) de todos los migrantes ilegales que crucen (el canal de) la Mancha”, indicando que la Unión Europea (UE) tiene pactos similares con Rusia y Bielorrusia.
“Esta medida tendría un efecto inmediato y reduciría considerablemente, e incluso detendría, los cruces, salvando así vidas, al quebrar el modelo económico de las mafias criminales”, agregó el jefe de gobierno conservador. Sin embargo, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, criticó el contenido de la misiva y su difusión, por lo que anuló la participación de su par británica, Priti Patel, en una reunión el domingo en Calais con otros países.
“No nos comunicamos entre líderes sobre estos temas mediante tuits o cartas que hacemos públicas”, aseguró a la prensa en Roma el jefe de Estado francés, quien consideró “poco serios” los métodos de Johnson. El objetivo del encuentro, que se mantiene con responsables de migración de Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y de la Comisión Europea, es “reforzar la cooperación policial, judicial y humanitaria” y “luchar mejor” contra las mafias.
El gobierno británico llamó a París a que invitara de nuevo a Patel. “Ninguna nación puede hacer frente a esto sola. Espero que los franceses reconsideren” la decisión, afirmó el ministro de Transportes, Grant Shapps, en la BBC. Con el aumento de los controles en los puertos y en el acceso al túnel bajo el canal de la Mancha, los migrantes optaron por intentar alcanzar en embarcaciones las costas del Reino Unido, un fenómeno que aumentó a partir del 2018.
Hasta el 20 de noviembre, 31.500 habían emprendido la travesía desde principios de año. La tendencia no se ha reducido pese al descenso de las temperaturas y, el miércoles, 27 migrantes murieron en el intento, la peor tragedia desde el 2018.
Políticamente sensible
Desde la crisis de los migrantes de mediados de la pasada década, la cuestión de su acogida es políticamente sensible en Europa, especialmente a día de hoy en la frontera de la UE con Bielorrusia, en el Mediterráneo y en el canal de la Mancha.
La victoria en el Reino Unido en el 2016 de los partidarios de abandonar la UE también se logró con un discurso que abogaba por recuperar el control sobre la migración y, con la llegada al poder de Johnson en el 2019, Londres endureció su política migratoria.
El objetivo del Reino Unido, que acusó en el pasado a París de no hacer lo suficiente, es que los migrantes se queden en el continente, por lo que propuso de nuevo patrullas conjuntas en el litoral francés, algo que ya había rechazado Francia por cuestiones de soberanía.
El presidente de Francia, donde el endurecimiento de la política migratoria es uno de los principales temas de la campaña de la elección presidencial de abril del 2022, llamó el jueves a Johnson a no “instrumentalizar” las últimas muertes con fines políticos.
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El gobierno francés también está en el punto de mira de los grupos de ayuda a los migrantes y de derechos humanos por su política de destruir los campamentos de estos en el norte de Francia, para impedir así su asentamiento. Esta cuestión no es el único foco de tensión entre Francia o la UE con el Reino Unido desde que a principios del 2021 redujeran el alcance de su integración económica y comercial, tras la salida de los británicos del rico club europeo un año antes.
Las condiciones de acceso de pesqueros franceses a las aguas británicas, donde faenaban antes del brexit, es otro de los diferendos, llevando incluso a París a amenazar con medidas de represalia si el Reino Unido no concede más licencias a sus barcos.
Para hacer presión, los pescadores franceses lanzaron este viernes una primera ofensiva para bloquear el acceso de barcos ingleses al puerto de Saint-Malo y prevén también limitar el acceso de mercancías al túnel bajo el Canal de la Mancha.