Pyongyang. El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, culpó a Estados Unidos de estar en el origen de las tensiones y la inestabilidad en esta península asiática, indicaron los medios estatales el martes. Estados Unidos es “la raíz” de la inestabilidad y muestra una actitud hostil hacia Corea del Norte, dijo Kim en el discurso inaugural de una exhibición de defensa, según la agencia oficial KCNA.
Este discurso llega tras semanas de varias pruebas de armamento en Corea del Norte, incluidos misiles de crucero de largo alcance y una supuesta arma hipersónica. El aislado régimen comunista está sometido a múltiples sanciones internacionales por el desarrollo de un programa de armamento nuclear y misiles balísticos prohibidos por la ONU, que se ha acelerado bajo el mandato de Kim Jong Un.
Según Pyongyang, este arsenal es necesario para protegerse de una posible invasión de Estados Unidos. La administración del presidente Joe Biden ha asegurado reiteradamente que no guarda hostilidad hacia Corea del Norte, pero Kim se mostró escéptico. “Tengo mucha curiosidad de si hay gente o países que se crean esto”, lanzó. “No hay ninguna base en sus acciones para creer que no es hostil”, añadió.
En las imágenes divulgadas por medios estatales se observa a Kim frente a un gigantesco misil balístico intercontinental desvelado en un desfile militar hace un año o fumando con otros altos dirigentes. Para Park Won-gon, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad Ewha Womans de Seúl, los comentarios de Kim y la exhibición quieren justificar el programa nuclear de Pyongyang como “parte de su derecho a la autodefensa. Corea del Norte celebró la exhibición a propósito para reivindicar que su programa de desarrollo armamentístico no es diferente del de otros países”, dijo a AFP.
Críticas a Seúl
Kim se convirtió en el primer mandatario norcoreano en reunirse con un presidente estadounidense en el cargo, en la cumbre de 2018 en Singapur con Donald Trump. Las negociaciones sobre un posible levantamiento de sanciones a cambio de una parálisis del programa armamentístico de Pyongyang quedaron interrumpidas un año después, tras una fracasada cumbre entre ambos en Hanói.
Biden, quien llegó a la Casa Blanca a inicios de año, asegura querer retomar estos contactos con Corea del Norte y propone una reunión sin condiciones previas. Washington es un cercano aliado de Corea del Sur y mantiene 28.500 soldados en ese país para defenderlo de una posible invasión del Norte, como ocurrió en 1950.
Ese conflicto está técnicamente abierto todavía, puesto que las dos Coreas nunca firmaron un tratado de paz, solo un armisticio en 1953. Seúl también está impulsando sus capacidades militares y en septiembre consiguió probar con éxito un misil balístico lanzado desde un submarino y presentó un misil de crucero supersónico.
Kim reprochó a su vecino la “ambición imprudente” y una actitud “ilógica de dos caras” por criticar el programa armamentístico del Norte y, al mismo tiempo, reforzar el propio. “Sus intentos sin restricciones de fortalecer su poder militar están destruyendo el equilibrio militar en la península coreana e incrementando la inestabilidad militar y el peligro”, dijo el líder norcoreano.
Pese a las declaraciones cruzadas, ambos países restablecieron hace una semana sus canales de comunicación transfronteriza, interrumpida desde agosto por decisión de Pyongyang.