Seúl. El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, anunció este sábado el cese de los ensayos nucleares y de misiles intercontinentales, así como el cierre de instalaciones de pruebas atómicas, una decisión celebrada por Washington y Seúl.
Este anuncio llega a menos de una semana de una cumbre entre Kim y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en la Zona Desmilitarizada que divide la península coreana, y antes de un encuentro muy esperado entre el líder norcoreano y Trump, que se celebrará probablemente a principios de junio.
El régimen de Pyongyang decidió poner fin a las pruebas nucleares y los lanzamientos de misiles balísticos a partir de este sábado –no había realizado ninguno desde noviembre–, y cerrar las instalaciones de pruebas atómicas de Punggye-ri, en el norte del país, según la agencia de noticias norcoreana KCNA.
"Como se ha comprobado la efectividad de las armas nucleares, no necesitamos llevar a cabo más ensayos nucleares o lanzamientos de prueba de los misiles de medio o largo alcance o de los misiles balísticos intercontinentales", declaró el joven líder en un mitin del gobernante Partido del Trabajo de Corea, informó la misma fuente.
"Las instalaciones nucleares del norte han cumplido su misión", añadió en la reunión del comité central del partido único.
Apenas unos minutos después de que se difundiera esa información, Trump saludó en Twitter el anuncio de Kim Jong Un, calificándolo de "muy buena noticia".
"íGran avance! Tengo prisa por participar en nuestra cumbre", añadió en un tuit.
Seúl también celebró la decisión de Kim, calificándola de "avance significativo" hacia "la desnuclearización de la península coreana".
"Esto creará un entorno muy positivo para el éxito de las inminentes cumbres intercoreana y entre el Norte y Estados Unidos", dijo la oficina presidencial en un comunicado.
A través de su ministro de Defensa, Japón mostró su insatisfacción con las declaraciones de Kim Jong Un y exigió el mantenimiento de la presión sobre Pyongyang.
Bajo el liderazgo de Kim, Pyongyang ha logrado rápidos avances tecnológicos en sus programas armamentísticos en los últimos años, provocando duras sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, de Estados Unidos, la Unión Europea, Corea del Sur y otros países.
El régimen norcoreano promovió durante años una política de “desarrollo simultáneo” del ámbito militar y de la economía, recordó Kim, en el comité central de su formación. Pero ahora que Corea del Norte es un Estado poderoso, "el partido y toda la nación deberían centrarse en el desarrollo de la economía socialista", afirmó.
"Esa es la nueva política estratégica del partido", declaró el joven dirigente, según KCNA.
Pyongyang, que en 2017 llevó a cabo su ensayo nuclear más potente hasta la fecha y lanzó misiles capaces de alcanzar el territorio estadounidense, defendió durante años la necesidad de tener el arma atómica para protegerse ante una invasión estadounidense.
Pero el régimen norcoreano aceptó últimamente negociar sobre esta cuestión a cambio de garantías para su seguridad.
Trump había avisado el miércoles de que no dudaría en abandonar el encuentro previsto con Kim, si éste no resulta ser "fructífero".
"Se ha abierto una vía prometedora para Corea del Norte si lleva a cabo una desnuclearización completa, comprobable e irreversible", declaró el presidente estadounidense, pero avisó que Kim Jong Un debía ser serio en sus compromisos.
Las dos Coreas abrieron por otra parte el viernes un teléfono rojo entre sus dirigentes, a una semana del encuentro entre Kim y Moon.
El presidente surcoreano anunció el jueves su intención de lograr la firma de un acuerdo de paz para acabar oficialmente con la guerra de Corea (1950-1953), que se saldó con un acuerdo de armisticio.