Teherán
El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, rechazó este miércoles retroceder sobre los "derechos nucleares" de su país y sobre las "líneas rojas" dictadas por él para las negociaciones con las grandes potencias que se reanudarán por la tarde en Ginebra.
Este discurso, muy firme, parece un mensaje para los negociadores iraníes que participarán en el diálogo con el grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) sobre el polémico programa nuclear de la república islámica.
"Insisto en la consolidación de los derechos nucleares de Irán", declaró Jamenei ante 50.000 milicianos islamistas, en un discurso difundido en directo por la televisión pública.
"No intervengo en el detalle de las negociaciones, pero hay líneas rojas que los responsables deben respetar sin tener miedo a la agitación de los enemigos", dijo Jamenei, quien tiene la última palabra sobre las decisiones estratégicas del país, entre ellas el sector nuclear.
Entre estas "líneas rojas" figuran el enriquecimiento de uranio en el territorio iraní y negativa a cerrar la planta subterránea de enriquecimiento de Fordo y el reactor de agua pesada de Arak.
En Ginebra, el grupo 5+1 e Irán intentarán alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Los países occidentales e Israel temen que este programa sirva para fabricar la bomba atómica, aunque Irán lo desmiente.
Las negociaciones celebradas hace diez días no permitieron alcanzar un acuerdo, aunque se hicieron avances.
El texto presentado por las grandes potencias para neutralizar las actividades iraníes prevé el cese del enriquecimiento al 20%, la reducción de la reserva de uranio al 20% y la suspensión de la construcción de la central de agua pesada de Arak (centro). A cambio proponen aligerar las sanciones internacionales que asfixian a la economía iraní.
Teherán, que afirma tener la intención de alcanzar un acuerdo, acusa a Israel, su enemigo jurado, de querer "torpedear" las negociaciones.
El ayatolá Jamenei arremetió de nuevo en su discurso contra el Estado hebreo, "el perro rabioso de la región" que, según él, está condenado "a desaparecer".
"Los pilares del régimen sionista se han debilitado mucho y está condenado a la desaparición", afirmó tras haber calificado en octubre a Israel de régimen "ilegítimo y bastardo".
Irán no reconoce la existencia del Estado de Israel y apoya a los movimientos armados que luchan contra él.
"Ningún fenómeno impuesto por la fuerza puede durar", añadió en el discurso retransmitido en directo por la televisión pública.
"Los enemigos, sobre todo por la boca sucia y malintencionada del perro rabioso de la región, el régimen sionista, dicen que Irán constituye una amenaza para el mundo. Es falso porque es completamente contrario a las enseñanzas del islam", lanzó el ayatolá Jamenei.
Las potencias occidentales dicen querer garantizar la seguridad de Israel alcanzando un acuerdo con Irán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estima por el contrario que es un "pésimo acuerdo" y presiona a las grandes potencias en un intento por evitar su firma.