Kabul. Un comandante talibán rebelde, de la minoría chiíta hazara, fue asesinado cuando intentaba huir a Irán, según confirmó el Ministerio de Defensa de Afganistán el miércoles, desmintiendo informaciones que hablaban de su muerte en cautiverio.
El rebelde Mahdi Mujahid era el mayor líder talibán que se había levantado contra el grupo islamista desde que regresaron al poder en agosto del 2021. Fue nombrado hace un año jefe de los servicios de inteligencia en la provincia de Bamiyán, pero fue despedido meses después en lo que medios locales atribuyen a una lucha por el control del lucrativo sector del carbón en la zona.
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Mujahid se dio a la fuga en junio después de que los talibanes enviaran miles de soldados para acabar con sus partidarios. Los combates en la provincia dejaron cerca de 27.000 desplazados, según Naciones Unidas. El miércoles, la policía fronteriza identificó a Mujahid en Herat, cerca de la frontera con Irán, y “lo castigaron por sus actos”, según fuentes del Ministerio.
“Estaba solo”, dijo Naeemul Haq Haqqani, funcionario provincial, a AFP. Sin embargo, en redes sociales circulaban fotos en las que se le podía ver vivo custodiado por dos talibanes, dejando entender que murió después preso. Pero Haqqani considera estas informaciones como “rumores” y “mentiras”.
Durante décadas, la minoría chiíta hazara vivió perseguida en Afganistán, y los talibanes fueron acusados de abusos contra esta comunidad durante su primer gobierno, entre 1996 y 2001. El nombramiento de Mujahid en agosto pareció, en un primer momento, mostrar la supuesta voluntad de apertura de los talibanes en su nueva etapa en el poder.
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