Londres. La Policía británica lleva a cabo una amplia investigación para intentar arrojar luz sobre el envenenamiento del exagente doble ruso Serguéi Skripal, quien sigue en estado “crítico”, anunció este sábado el gobierno británico, que prepara sus armas en caso de implicación de Moscú.
“Es una investigación seria, importante”, declaró este sábado la ministra británica del Interior, Amber Rudd, tras la segunda reunión del comité “Cobra”, convocado en casos de urgencia nacional en Reino Unido.
“Es una investigación muy minuciosa, detallada”, efectuada con “rapidez y profesionalidad” por cerca de 250 policías de los servicios británicos de antiterrorismo, añadió. “Dedicamos enormes recursos con el objetivo de garantizar que tienen todo el apoyo necesario para proceder”.
Hasta el momento la Policía identificó a más de 240 testigos y recopiló unas 200 pruebas, además de una “enorme cantidad” de imágenes de cámaras de seguridad.
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Además, recibió el refuerzo de unos 180 militares, según el ministerio de Defensa, desplegados para desplazar “vehículos y objetos” potencialmente contaminados por el agente nervioso administrado a Serguéi Skripal, de 66 años, y a su hija Yulia, de 33, quienes fueron hallados inconscientes el 4 de marzo en un banco de la ciudad inglesa de Salisbury, donde vive el exespía.
Este sábado seguía en estado “crítico pero estable”, señaló Amber Rudd, mientras que un policía hospitalizado tras su intervención estaba “en estado grave”, aunque podía hablar.
La ministra consideró prematuro señalar a un responsable, aunque su par de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, apuntó el martes a Rusia, con quien Reino Unido mantiene unas relaciones agitadas.
“Llegará el día en que tengamos una respuesta, pero de momento nos concentramos en la investigación”, dijo.
Rusia, que denuncia “pura propaganda”, niega cualquier implicación en el envenenamiento de Skripal, condenado por traición en su país y quien llegó a Inglaterra en el 2010 tras un intercambio de prisioneros organizado por Moscú, Londres y Washington.
La primera ministra Theresa May prometió el jueves actuar de forma “apropiada” si resultara que un Estado está implicado en el caso.
El Gobierno está dispuesto a responder con “toda la potencia de los recursos de Reino Unido si es lo apropiado y proporcionado que se debe hacer”, advirtió el secretario de Estado para Seguridad, Ben Wallace, el sábado en la BBC.
El Daily Telegraph afirmó el sábado que Theresa May podría anunciar “sanciones contra Rusia a partir del lunes” mientras que el Times señalaba que Londres discutía con sus aliados estadounidenses y europeos sobre posibles “represalias coordinadas” que podrían incluir “medidas diplomáticas, económicas y militares”.
Sobre el terreno, la Policía amplió sus pesquisas a todos los lugares frecuentados en Salisbury par Serguéi Skripal y su hija, quien lo visitaba esos días. Intenta determinar el origen del agente nervioso, pero también el modo y el lugar de administración de esta sustancia química que actúa sobre el sistema nervioso y puede conllevar la muerte.
Una hipótesis, según los medios británicos, es que la propia Yulia podría haber introducido la sustancia en Reino Unido en un “regalo de unos amigos” que trajo de Rusia.
El restaurante y el pub donde habían estado siguen cerrados al público. El cordón policial se extendió hasta la casa del exagente y al cementerio de Salisbury: dos hombres con equipos de protección se encontraban alrededor de la tumba de su esposa, fallecida en el 2012 de cáncer, y de la de su hijo, muerto el año pasado a causa de una enfermedad hepática.
Ambos están hospitalizados en el Salisbury District Hospital.
El exjefe de Scotland Yard Ian Blair dio a entender el viernes en la BBC que el policía hospitalizado pudo contaminarse al ir al domicilio de Skripal.