La Autoridad Palestina entregó a médicos forenses de Estados Unidos la bala que mató a la periodista palestino-estadounidense de Al Jazeera Shireen Abu Akleh, para que la examinen, anunció este sábado el fiscal general palestino a la AFP.
Washington devolverá el proyectil a la Autoridad Palestina cuando concluya el peritaje, indicó el fiscal, Akram Al Jatib. Las investigaciones efectuadas por la Autoridad y por Naciones Unidas, así como las de varios medios, apuntan a que la bala que mató a Abu Akleh fue disparada por las fuerzas israelíes.
La reportera fue abatida de un disparo el 11 de mayo, cuando cubría una operación militar israelí en Cisjordania ocupada.
El ejército israelí sostiene que las conclusiones sobre la responsabilidad del asesinato carecen de fundamento, e insiste en que resulta “imposible” determinar cómo la periodista fue abatida.
La reportera del canal catarí Al Jazeera “no fue abatida intencionadamente por un soldado israelí y es imposible determinar si la mató un hombre armado palestino que disparaba de forma indiscriminada en la zona donde se encontraba o por un descuido de un soldado israelí”, declaró el ejército en un comunicado.
En el momento de su muerte, Abu Akleh iba equipada con un casco y un chaleco con la palabra “Press” estampada. La investigación oficial palestina concluyó que la periodista murió tras ser alcanzada por una bala justo debajo del casco.
Según el fiscal palestino, se trata de una bala de 5,56 mm disparada por un fusil semiautomático Ruger Mini-14, un fusil de precisión estadounidense. El funcionario detalló, en un conferencia de prensa, que al momento del asesinato de la comunicadora, un jeep de las fuerzas israelíes estaba a 200 metros de los periodistas y las balas fueron lanzadas a una distancia de unos 170-180 metros.
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“Las huellas en el árbol están concentradas a una altura de 127 a 178 cm, lo que indica que quien disparó buscaba las partes superiores de los cuerpos con el objetivo de matar”, declaró.
“El conjunto de esos hechos: el tipo de proyectil, el arma, la distancia, el hecho de que no había ningún obstáculo para la vista y que ella llevaba un chaleco donde decía ‘prensa’ (...) nos lleva a concluir que Abu Akleh fue objeto de un asesinato”, dijo el fiscal.
“La única fuente de los disparos eran las fuerzas de ocupación israelíes”, agregó.
A la misma conclusión llegó la investigación de la ONU.
“Todas las informaciones que hemos recabado —incluyendo las del ejército israelí y del fiscal general palestino— corroboran que los disparos que mataron a la periodista de Al Jazeera Abu Akleh el 11 de mayo y que hirieron a su colega Ali Sammoudi provenían de las fuerzas de seguridad israelíes y no de tiroteos indiscriminados de palestinos armados”, aseguró a la prensa en Ginebra la portavoz del Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.