Moscú. Más de 30.000 soldados rusos se retiraron de la región de Jersón, incluyendo la ciudad del mismo nombre, en el sur de Ucrania, y se replegaron en la margen izquierda del río Dniéper, anunció el viernes el ejército ruso.
“En total, más de 30.000 militares rusos y cerca de 5.000 piezas de armamento y vehículos militares fueron retirados” de la margen occidental del Dniéper, indicó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
LEA MÁS: Ucrania reivindica avances en Jersón, donde Rusia sufrió su principal derrota
El ejército ruso anunció este viernes que completó la retirada de sus tropas en una parte de la región ucraniana de Jersón, un nuevo revés para Rusia tras casi nueve meses de su ofensiva militar en Ucrania.
“Hoy a las 5:00 a.m. de Moscú, se completó el traslado de las tropas rusas hacia la orilla izquierda del río Dniéper”, dijo el ministerio de Defensa ruso en las redes sociales.
Este repliegue es visto como un duro revés para el presidente ruso, Vladimir Putin, que reivindicó a finales de setiembre, durante una ceremonia con gran pompa en el Kremlin, la anexión de cuatro regiones ucranianas, entre ellas la de Jersón (sur).
Putin había prometido defender “por todos los medios” lo que considera como territorios rusos, amenazando entre líneas con recurrir al arma nuclear.
Pero ante la contraofensiva ucraniana lanzada a finales del verano, el ejército ruso anunció el miércoles que abandonaba la parte norte de la región de Jersón, incluida su capital homónima, situada en la orilla derecha del Dniéper, para consolidar posiciones al otro lado de esta barrera natural.
Para Kiev, este repliegue es una “importante victoria”, y prueba que “sin importar lo que haga Rusia, Ucrania va a ganar”, afirmó el viernes en Twitter el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.
No obstante, el Kremlin aseguró que pese a la retirada del ejército ruso de ese territorio, Rusia sigue considerando que toda esta zona meridional le pertenece.
“No puede haber ningún cambio”
La región de Jersón “es un tema de la Federación de Rusia”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “No puede haber ningún cambio”, añadió en el primer comentario de la presidencia rusa sobre el repliegue anunciado el miércoles.
Peskov agregó que la presidencia rusa “no lamenta” la gran ceremonia celebrada para la anexión.
El portavoz se negó a emitir cualquier otro comentario sobre el repliegue, el segundo de envergadura tras el de septiembre de la región de Járkov, en el noreste, ante la avasalladora contraofensiva ucraniana.
Putin ordenó en ese momento la movilización de 300.000 reservistas para consolidar las líneas y recuperar la iniciativa en el terreno. Decenas de miles de integrantes de ese contingente se encuentran ya en zonas de combate.
La agencia de prensa rusa Ria Novosti difundió imágenes filmadas por la noche de vehículos militares rusos abandonando Jersón a través del puente Antonovski, sobre el río Dniéper.
Varios corresponsales rusos informaron que el puente fue destruido después, sin decir quién lo hizo. Imágenes publicadas en las redes sociales muestran la infraestructura destrozada.
Ucrania reivindicó el jueves la reconquista de una docena de localidades del norte de la región de Jersón, en la orilla derecha del río.
El Estado Mayor ucraniano afirmó el viernes por la mañana que su ofensiva “continúa” y que comunicará “más adelante” sus resultados.
Ucrania se mostró cautelosa sobre la retirada de las tropas rusas de Jersón, temiendo una maniobra de Putin, o que el ejército ruso haya minado toda la zona para dificultar al máximo el regreso de las fuerzas ucranianas.
Respuesta cínica
Paralelamente, Rusia seguía bombardeando Ucrania. Sus últimos ataques destruyeron gran parte de la infraestructura energética de su vecino, lo que dejó sin luz a varias zonas del país, incluida la capital, Kiev.
El jueves por la noche, al menos siete personas murieron en un ataque con misiles contra un edificio residencial en la ciudad de Mikolaiv, en el sur de Ucrania, informaron este viernes las autoridades regionales.
El jefe de la administración regional, Vitalii Kim, denunció en Telegram, “una respuesta cínica del Estado terrorista a nuestros éxitos en el frente”.
Una periodista de la AFP vio el edificio destruido y a socorristas buscando a víctimas bajo los escombros.
En el frente oriental también continúan los combates, especialmente en Bajmut, una ciudad que Moscú intenta conquistar desde hace meses y principal campo de batalla donde el ejército ruso, apoyado por hombres del grupo paramilitar Wagner, sigue a la ofensiva.
Según la presidencia ucraniana, el jueves murieron catorce civiles, ocho en la región oriental de Donetsk y seis en Mikolaiv.
Cada vez más aislado, Putin no participará en la cumbre del G20 en Indonesia la semana próxima. El Kremlin dijo este viernes que su agenda no le permite realizar el viaje.