Buenos Aires
Argentina inicia este jueves una nueva era por la senda liberal con la asunción como presidente de Mauricio Macri, presionado a tomar rápidas medidas económicas y dejar atrás el legado proteccionista de 12 años del matrimonio de Néstor y Cristina Kirchner en el poder.
Seguido desde la medianoche por cientos de simpatizantes apostados en las puertas del edificio donde vive en Buenos Aires, Macri recorrió la capital poco antes de jurar como nuevo presidente, en una ceremonia sin traspaso de mando, debido a un desacuerdo de protocolo con su antecesora Cristina Kirchner.
"Juro por Dios nuestro señor y ante estos Santos Evangelios, desempeñar con lealtad y honestidad el cargo de presidente de la Nación", dijo Macri.
Escoltado por una guardia de honor de 300 granaderos a caballo, Macri y su esposa Juliana Awada recorrieron lentamente en su vehículo cerrado los 3 km de la Avenida de Mayo que conducen de la Casa Rosada al Congreso.Este empresario millonario de 56 años, casado tres veces, padre de cuatro hijos y expresidente del club de fútbol Boca Juniors es recibido con los brazos abiertos por el sector financiero.
Una decena de jefes de estado, entre ellos la brasileña Dilma Rousseff, la chilena Michele Bachelet, el ecuatoriano Rafael Correa y el boliviano Evo Morales, con quien jugó un partido de fútbol el miércoles, participarán de la asunción al igual que el rey emérito de España Juan Carlos.
Macri encuentra un país polarizado tras haber ganado con la mínima la segunda vuelta del 22 de noviembre (51,33% contra 48,66%) a Daniel Scioli, el candidato de la coalición de izquierda kirchnerista.
Macri recibió los atributos de mando en la Casa de Gobierno, mientras Kirchner está en vuelo a la provincia de Santa Cruz para asistir a la jura de otra Kirchner, su cuñada Alicia, elegida gobernadora de ese distrito patagónico.
"Todo está en paz, pedimos tranquilidad, que la gente disfrute este día", dijo la designada ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
"Nuestro trabajo ya empezó sobre tres grandes desafíos: la pobreza cero, terminar con el narcotráfico y unir a los argentinos", dijo este jueves Marcos Peña, jefe de gabinete designado.
La economía está estancada hace cuatro años, la inflación es de dos dígitos y las reservas no están en condiciones de soportar su promesa de borrar de un plumazo las restricciones cambiarias que rigen desde 2011.
Macri prometió unificar los tipos de cambio. El dólar cotiza a 9,75 pesos en el mercado oficial pero ronda los 14,75 en el paralelo, termómetro del humor de los mercados.
Pero también denunció la caída de las reservas que se ubican en torno a los 25.000 millones de dólares y van en descenso, según el Banco Central.Para reforzarlas espera por el ingreso de unos 8.000 millones de dólares por exportaciones agrarias que el sector agropecuario retiene a la espera de mejoras impositivas que prometió Macri.
En el frente externo, el nuevo gobierno comenzará a negociar "rápidamente" con los fondos "buitres" para resolver el litigio por bonos impagos de la deuda, anunció el miércoles el mediador judicial estadounidense del caso tras reunirse en Nueva York con un enviado de Macri.
El mercado interno anticipó una devaluación con aumento de precios "preventivos" en los últimos días, de un sector industrial dependiente de insumos importados.
La falta de estadísticas confiables que midan la inflación, del 20% anual según el ente estatal y del 30% según consultoras, contribuye al descalabro de precios relativos. La normalización estadística será otro desafío.
El poder adquisitivo del salario se mantuvo por una ley de negociaciones sindicatos-empresas con reajustes respecto a la inflación.Pero el nuevo gobierno quiere atar estos reajustes a parámetros de productividad de la economía difíciles de cuantificar, lo que ha puesto en guardia a los sindicatos.
El Congreso será otro duro escenario para el novel gobierno de Macri.
En Diputados el bloque kirchnerista es la primera minoría y en el Senado mayoría.