Campo Petrolero al Omar, Siria. Miles de personas fueron evacuadas este martes del último reducto del grupo Estado Islámico (EI) en el este de Siria, bajo la supervisión de las fuerzas kurdo-árabes que luchan contra los últimos yihadistas que quedan en su autoproclamado “califato”.
En total, 3.500 personas huyeron este martes del pueblo de Baghuz, entre ellas 500 yihadistas que se rindieron, afirmó en Twitter el portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mustafa Bali.
La alianza kurdo-árabe atrasó desde el domingo su ofensiva contra el último bastión del EI, situado en la provincia oriental de Deir Ezzor, para permitir salir a los civiles que siguen allí y a los combatientes que quieren rendirse.
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Centenares de hombres, mujeres y niños llegaron hasta las posiciones de las FDS, cuyos comandantes llevan a cabo registros e interrogatorios en profundidad para identificar a posibles yihadistas escondidos entre la muchedumbre.
Los hombres, separados del grupo, se sentaron en el suelo rodeados por combatientes de las FDS mientras las mujeres, con niqab, recibían agua y pañales para los niños que las acompañaban.
Entre los huidos también estaba la esposa del yihadista francés Jean-Michel Clain, quien anunció a los periodistas la muerte de su esposo, relacionado con los atentados de París del 13 de noviembre de 2015.
Cinco combatientes de las FDS que eran "rehenes" del EI fueron liberados, dijo Mustafa Bali.
El lunes, el portavoz de las FDS anunció la salida del reducto de "unas 3.000 personas" en menos de 48 horas, entre ellas "un gran número de yihadistas que se rindieron".
Según la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) se evacuaron a 280 yihadistas que capitularon desde el domingo.
Tras sus conquistas fulgurantes de 2014, el EI proclamó en junio de ese año un “califato” en los vastos territorios que controlaba en Siria e Irak.
Pero después de las ofensivas de los últimos dos años, los yihadistas vieron reducir su territorio hasta casi desaparecer.
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Arremetida contra el EI
En el sector de Baghuz, los islamistas se enfrentan a disparos de artillería y ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Washington.
“La batalla para vencer al EI continúa”, manifestó el portavoz de la coalición anti-EI, Sean Ryan, quien confirmó que seguían los ataques aéreos.
Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, estos bombardeos tienen el objetivo de “evitar que los yihadistas lleven a cabo contrataques o huyan”.
Más de 54.000 personas, principalmente familias de yihadistas, han abandonado el último reducto del EI desde diciembre, según el OSDH. Entre ellos, más de 5.000 yihadistas fueron arrestados, según esta fuente.
La gran mayoría de personas evacuados fueron transferidas hacia el campo de desplazados de Al Hol, más al norte, donde decenas de miles de individuos viven hacinados en condiciones difíciles, según las ONG.
La población del campo es ahora de más de 56.000 personas, "más del 90% mujeres y niños", indicó el martes la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Siria.
"Entre el 22 de febrero y el 1 de marzo, unas 15.000 personas llegaron al campo", añadió la OCHA, anunciado la muerte de 90 personas, incluyendo niños de menos de cinco años, durante el difícil trayecto entre Baghuz y Al Hol o poco después de su llegada al campo.
Centenares de extranjeros, entre ellos franceses y británicos, están entre los que salieron del último reducto del Estado Islámico.
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El martes, la esposa del yihadista francés Jean-Michel Clain dejó la zona y anunció que su esposo murió en febrero, dos días después de la muerte de su hermano, Fabien Clain, que murió en un ataque de la coalición internacional
"El dron mató a mi cuñado, y el obús de mortero mató a mi marido", declaró Dorothée Maquere que se encontraba en una zona de reagrupación de las fuerzas antiyihadistas cerca de Baghuz.
La batalla contra el EI es hoy el principal frente de la guerra en Siria, que dejó más de 360.000 muertos desde 2011.