Teherán
La muerte de varios iraníes en Siria en las últimas semanas es una muestra de la implicación creciente del país en el conflicto, donde junto a Rusia quiere brindar apoyo al régimen del presidente Bashar al-Asad.
El refuerzo de esta presencia comienza a generar un debate y preocupación entre internautas iraníes.
Desde el 9 de octubre, se ha anunciado la muerte de unos 15 iraníes en Siria, una decena de los cuales eran Guardianes de la Revolución, una unidad de élite del Ejército de la República Islámica.
Esta es la primera vez desde el inicio de la guerra en Siria, en el 2011, que Irán anuncia una cifra de bajas tan numerosa en un periodo tan corto de tiempo.
Aunque esta presencia no es comparable al despliegue y la muerte por el conflicto con Irak entre 1980 y 1988, el rol de la República Islámica en localidades como Alepo se ha intensificado.
En ellos figura el nombre de Hosein Hamedani, comandante de los Guardianes de la Revolución, un héroe de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988) muerto a manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la región de Alepo.
Tras su muerte el 8 de octubre se colgaron fotos con su retrato en las calles y los parques de Teherán para rendirle homenaje.
Otras bajas son presentadas por las autoridades iraníes como "voluntarios" que protegían mausoleos de descendientes del profeta Mahoma.
Participación de Irán. Irán no tiene un despliegue oficial en Siria, sino que solo envía "consejeros" miembros de los Guardianes de la Revolución. Bajo su mando también combaten milicianos chiitas de la organización libanesa Hezbolá, además de voluntarios iraníes, iraquíes y afganos.
"El Ejército sirio comenzó desde hace varios meses su reconstrucción y nos pidió ayuda adicional", declaró el lunes a la televisión pública el general Hosein Salami, segundo al mando de la organización Guardianes de la Revolución.
"Esto tuvo como consecuencia un alza de los mártires que tampoco son muy numerosos, pero más que en el pasado", reconoció. Según este funcionario, los consejeros iraníes desplegados, "no pueden permanecer en habitaciones cerradas, sino que tienen que estar presentes en el terreno".
Teherán no ha entregado un dato sobre el número de soldados en Siria, pero un responsable estadounidense afirmó a mediados de octubre que hasta 2.000 iraníes o combatientes apoyados por Irán estaban luchando en Alepo contra los rebeldes que se enfrentan al gobierno de Damasco, en la ofensiva coordinada también con Rusia.
Injerencia crea debate. La muerte de combatientes iraníes comienza a generar un debate en Internet en varios sitios, entre ellos el de la agencia Fars, cercana a los conservadores, y el de la televisión estatal Irib.
"No deberíamos perder así tan fácilmente nuestros comandantes" en Siria, escribió un internauta, para quien esto constituía un "error". Otro participante en el foro respondió que "el islam no tiene fronteras, sea cual sea el lugar o el oprimido que necesita ayuda".
Muchos participantes afirman estar listos para ir como voluntarios a combatir contra las organizaciones yihadistas, en cuanto el guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, jefe del Ejército lo pida.
Pero otro internauta identificado como Hasan Hadi, quien afirma haber estado en Siria "un tiempo", advierte de que la misión es "complicada" y exige competencias bastante específicas.
Según este iraní, hay que conocer la cultura del país.
"Hay que conocer la lengua árabe con el fuerte acento sirio, conocer la zona, los barrios de las ciudades" y "los principios de base de la terrible guerrilla urbana que se libra en las ciudades de Siria".