Viena. Las negociaciones entre las potencias nucleares e Irán se reanudarán el 29 de noviembre en Viena tras un impasse de cinco meses, en medio de crecientes presiones sobre Teherán por el avance de su labor nuclear y amenazas israelíes de atacar. El diálogo se reanudará con la presencia de China, Francia, Alemania, Rusia y el Reino Unido, anunció el miércoles en Bruselas la Comisión Europea, que oficia de mediadora.
El encuentro lo volverá a encabezar el diplomático español Enrique Mora, adjunto del jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, que presidió seis rondas de negociaciones a comienzos del 2021, agregó una escueta nota. China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido (potencias nucleares) y Alemania alcanzaron en el 2015 un acuerdo con Irán, formalmente denominado Plan de Acción Integral Conjunto (Jcpoa, por sus siglas en inglés).
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Por ese acuerdo, Irán se comprometió a frenar su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de un levantamiento gradual de las sanciones económicas adoptadas contra el gobierno de Teherán por la comunidad internacional.
Sin embargo, en el 2018 Estados Unidos se retiró del acuerdo, pues el entonces mandatario Donald Trump (2017-2021) lo consideró insuficiente y restableció las sanciones estadounidenses contra Teherán. En respuesta, Irán retomó sus operaciones de enriquecimiento de uranio por encima de los niveles definidos en el entendimiento.
Con su llegada a la Casa Blanca, Joe Biden manifestó su intención de resucitar el acuerdo. En Washington, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que Estados Unidos creía posible resolver “rápidamente” el “número relativamente pequeño de asuntos que seguían pendientes a fines de junio”, cuando se suspendieron las negociaciones.
“Creemos que si los iraníes son serios, podemos hacer eso relativamente rápido”, agregó. Pero advirtió que la “ventana no permanecerá abierta indefinidamente”.
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Falta de garantías
Irán quiere que se levanten todas las sanciones de Estados Unidos, pero el gobierno de Biden dice que solo negociará las medidas aplicadas por Trump, como la prohibición unilateral de las ventas de petróleo, pero no las medidas impuestas sobre otros asuntos, como los derechos humanos.
Teherán también quiere el compromiso de que Estados Unidos mantenga el acuerdo, algo poco probable en Washington, pues el Partido Republicano de Trump, envalentonado por su victoria en las elecciones estatales del martes, se opone ferozmente a la diplomacia de Biden hacia Irán.
“El presidente estadounidense carece de autoridad y se niega a ofrecer garantías”, escribió en Twitter el principal funcionario de seguridad de Irán, Ali Shamkhani, mientras se anunciaban las conversaciones. “Si eso no cambia, el resultado de las negociaciones ya está claro”.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Ali Bagheri, principal negociador de Irán, confirmó la reanudación de las conversaciones el 29 de noviembre y dijo que el objetivo sería “la eliminación de las sanciones ilegales e inhumanas”.
Además, Irán se ha negado a reunirse directamente con el enviado de Estados Unidos, Rob Malley, y los mediadores europeos se desplazan de un hotel a otro en Viena.
Preocupaciones
Las potencias europeas han expresado cada vez más alarma por el trabajo nuclear de Irán en medio del estancamiento de las negociaciones, advirtiendo que el progreso de Teherán será tan avanzado que volver al acuerdo inicial será inútil.
Se sospecha ampliamente que Israel lanzó una campaña de sabotaje que incluyó el asesinato del principal científico nuclear de Irán hace un año.
Con este marco, Estados Unidos e Irán dieron versiones muy diferentes este miércoles sobre un incidente que involucró a un petrolero de bandera vietnamita en el Mar de Omán, en el último episodio de tensión en esa vía marítima densamente transitada.
Mientras Teherán dijo que había frustrado la semana pasada un intento de captura de un petrolero cargado con crudo iraní por parte de la marina de Estados Unidos, un funcionario de defensa norteamericano dijo que solo habían observado la operación por parte de las fuerzas iraníes.
“Se nos ordenó monitorear de cerca, y no involucrarnos”, señaló bajo condición de anonimato.
El incidente se produjo en medio de una serie de ataques contra embarcaciones comerciales en las rutas marítimas que sirven al Golfo Pérsico, donde se produce y envía una gran parte del petróleo del mundo.
Irán fue acusado de un ataque con drones el 29 de julio contra un petrolero vinculado a Israel que navegaba frente a la costa de Omán, el MV Mercer Street, que provocó la muerte de un exsoldado británico y ciudadano rumano. Sin embargo, Teherán negó las acusaciones de estar detrás de ese y otros ataques y secuestros en la zona.