Viena. Negociadores estadounidenses, europeos e iraníes se aprestan a comenzar este jueves en Viena una nueva ronda de conversaciones para intentar salvar el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, tras cuatro meses en punto muerto.
Es la primera vez desde marzo que todas las partes (Irán, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) se reúnen, con la participación indirecta de Estados Unidos, para rescatar el acuerdo moribundo del 2015 que busca impedir que Teherán se dote de armas nucleares.
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Esta nueva sesión de conversaciones, que comenzó en abril del 2021, “podría permitir corregir el rumbo y volver a dar el impulso necesario para cruzar la línea de llegada”, dijo a la AFP Ellie Geranmayeh, analista del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales (ECFR).
El embajador ruso Mijaíl Ulianov llegó el jueves por la mañana al Palacio Coburgo, el lujoso hotel de la capital austriaca donde se llevan a cabo las negociaciones, auspiciadas por el coordinador de la Unión Europea (UE), Enrique Mora. Una hora más tarde abandonó el lugar y su homólogo chino, Wang Qun, tomó el relevo.
La UE no dio ninguna indicación sobre la duración de estos encuentros, por ahora informales. El negociador iraní, Ali Bagheri, que viajó a la capital austriaca la víspera, instó a Estados Unidos a “aprovechar esta ocasión (...) para actuar de forma responsable”.
Expectativas limitadas
El enviado de Washington, Robert Malley, también acudirá a Viena. Malley escribió en Twitter que las expectativas de su país son acotadas, pero indicó que “Estados Unidos acoge con satisfacción los esfuerzos de la UE y está preparado de buena fe para tratar de llegar a un acuerdo”. “Veremos rápido si Irán está dispuesto a hacer lo mismo”, agregó.
Tras el fracaso del intento de reanudar las negociaciones en Catar a finales de junio entre estadounidenses e iraníes, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, sometió el 26 de julio una propuesta de entendimiento e urgió a las partes implicadas a aceptarla para evitar una “peligrosa crisis”.
Irán también propuso “ideas” y espera abordarlas en esta nueva ronda de conversaciones, precisó el miércoles el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Nasser Kanani.
Un diplomático europeo basado en Viena consideró que el encuentro “expresa la voluntad de todos de ir para adelante”. “Es positivo, pero al mismo tiempo no hay nada garantizado”, matizó.
Tres obstáculos
Entre los obstáculos que quedan está el levantamiento de las sanciones contra los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán. El martes, John Kirby, portavoz de la Casa Blanca para asuntos estratégicos, reiteró la negativa del presidente estadounidense a retirarlos de la lista de organizaciones terroristas “en el marco de estas conversaciones”.
Irán reclama además garantías en caso de que el sucesor de Joe Biden falte a la palabra comprometida, así como el cierre de una investigación del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la entidad de vigilancia nuclear de la ONU.
El pacto sellado en el 2015, conocido por su siglas en inglés Jcpoa, tiene como objetivo garantizar el carácter civil del programa nuclear iraní, al que se acusa de querer hacerse con armas nucleares a pesar de sus desmentidos.
Pero tras la retirada unilateral en el 2018 de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump y el restablecimiento de las sanciones estadounidenses, Teherán se desligó progresivamente de sus obligaciones.
Además, Irán superó la tasa de enriquecimiento de uranio del 3,67% fijada por el Jcpoa, pasando al 20% a principios del 2021. Luego superó el umbral sin precedentes del 60%, acercándose al 90% necesario para fabricar una bomba. Asimismo multiplicó el número de centrifugadoras. “El programa va muy, muy rápido (...), creciendo en ambición y capacidad”, advirtió Rafael Grossi, director general del OIEA.
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