Managua. El periodista austriaco-estadounidense Carl Goette-Luciak, quien cubría las protestas antigubernamentales en Nicaragua para medios internacionales, fue detenido y deportado a El Salvador, informaron este martes organizaciones humanitarias y medios locales.
Goette-Luciak, fue detenido el lunes en su habitación en Managua por agentes que le llevaron descalzo, sin camisa y vestido solo con un pantalón corto, declaró el reportero a la revista digital nicaragüense Confidencial, del periodista Carlos Fernando Chamorro.
Las autoridades no se han pronunciado sobre la captura y deportación del reportero, ni sobre los cargos que se le imputan.
“Me preguntaban si era agente de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) y me enseñaban las publicaciones y los memes de las redes sociales”, contó el periodista desde El Salvador, adonde fue deportado.
"Un policía me dijo que me iban a deportar porque en mis artículos escribía y opinaba cosas falsas, y también por andar en las marchas ilegales (...) Me pregunto que si no conocía las nuevas leyes", señaló Goette-Luciak.
La Policía declaró la semana pasada que las marchas de la oposición son ilegales y advirtió que los organismos y personas que las convoquen serán responsables de daños o riesgos a la vida que ocurran en estos desplazamientos.
La organización de escritores PEN, Capítulo de Nicaragua, en un comunicado “lamenta la detención” de Goette-Luciak, reportero independiente para diarios como The Washington Post y The Guardian, y la cadena británica de radio y televisión BBC.
El periodista era objeto de "amenazas y acusaciones en las redes sociales de ser enemigo y hasta pertenecer a agencias de inteligencia extranjeras", dijo PEN en el comunicado.
Goette-Luciak también es documentalista y antropólogo.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Érika Guevara-Rosas, también se pronunció el lunes sobre la captura de Goette-Luciak y recordó que el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) pidió investigar “la campaña de acoso digital” y garantizar su seguridad personal.
Previamente fue deportada la documentalista brasileña Emilia Mello, quien fue detenida el 25 de agosto junto a un grupo de estudiantes mientras se dirigían a una marcha en Granada.