Kiev. Ucrania afirmó este domingo que no capitulará en las negociaciones previstas con Rusia tras el cuarto día de invasión y la amenaza del presidente Vladimir Putin, quien ordenó colocar las “fuerzas de disuasión” nucleares en alerta.
La reunión, “sin condiciones previas” según Kiev, debe tener lugar en la frontera con Bielorrusia. Antes de ella, el canciller de Ucrania, Dmitro Kuleba, advirtió: “No nos rendiremos, no capitularemos, no cederemos un solo palmo de nuestro territorio”.
“Digo las cosas claramente, como siempre: no creo que dé resultado” pero “tenemos que intentarlo”, declaró por su parte el presidente Volodímir Zelenski en un video.
Ante los envíos de ayuda y armamento para Ucrania y las sanciones decretadas contra Rusia por varios países occidentales, Putin ordenó al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor que pongan las fuerzas de disuasión nucleares del ejército “en alerta”.
Estados Unidos, segunda potencia nuclear del mundo, consideró este anuncio como una escalada “totalmente inaceptable”, en palabras de su embajadora ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Linda Thomas– Greenfield.
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Desde Alemania, la maniobra nuclear de Putin se consideró como una muestra de que la ofensiva se había “detenido”. El primer ministro británico Boris Johnson consideró que se trataba de una “distracción” ante la férrea resistencia a la que se enfrentan sus tropas en Ucrania.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó este domingo, a pedido de países occidentales y el voto en contra de Rusia, una resolución para convocar este lunes “en sesión extraordinaria de urgencia” a la Asamblea General de la ONU para que sus 193 miembros se pronuncien sobre la invasión rusa de Ucrania. En su mensaje del domingo, el papa Francisco, pidió que “callen las armas”.
En Kiev, donde se vive un toque de queda hasta las 8 a. m. de este lunes, el día fue tranquilo, luego de una noche “dura” con bombardeos rusos sobre zonas residenciales, denunció el presidente Zelenski, y las calles de la ciudad estaban vacías, a excepción de los pocos civiles que se atrevieron a salir a intentar comprar alimentos, a veces sin éxito.
“Vasilkov, Kiev, Chernigov, Sumy, Járkov y muchas otras ciudades de Ucrania están viviendo en condiciones que no vivíamos en nuestro territorio desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo Zelenski en un video publicado el domingo.
Desde que comenzó la invasión Ucrania reportó 198 muertes de civiles, incluyendo tres niños. Por su parte el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU informó de 240 civiles heridos y 64 muertos.
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Una legión extranjera para Ucrania
En Járkov, donde viven cerca de 1,4 millones de personas, el gobernador de la ciudad informó de que las fuerzas ucranianas lograron repeler a los rusos y tienen el “control” de la ciudad. Por su parte, Moscú afirmó haber rodeado “totalmente” dos grandes localidades del sur, Jersón y Berdiansk, cerca de la península de Crimea (anexada por Rusia en 2014).
Los soldados rusos encuentran; sin embargo, una tenaz resistencia. El Ejército ruso admitió por primera vez este domingo haber registrado pérdidas humanas durante su invasión de Ucrania, aunque sin precisar cifras. “Desafortunadamente, hay muertos y heridos. Pero nuestras pérdidas son mucho menores” que en el campo ucraniano, declaró el portavoz del ministerio de Defensa, Igor Konashenkov.
Ucrania afirma haber matado a 4.300 soldados rusos.
El domingo, el Estado Mayor de Ucrania dijo que las autoridades están pidiendo que cualquier extranjero que desee puede desplazarse al país y “luchar codo a codo con los ucranianos contra los criminales de guerra rusos”.
Una ola de refugiados
En tanto, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) informó que más de 368.000 personas huyeron de Ucrania y el flujo sigue aumentando. La Unión Europea (UE) considera que podría haber siete millones de desplazados.
En Rumania, Olga, de 36 años, contó que es una de las cientos de personas que cruzaron el río Danubio junto a sus tres hijos para ponerse a salvo. “Mi esposo vino conmigo hasta la frontera y después volvió a Kiev a pelear”, contó.
Otros refugiados lograron llegar hasta Polonia en tren, en coche e incluso a pie. “Hay ataques por todas partes”, dijo Diana, una mujer de 37 años que teme por su madre que permaneció en Kiev. El papa Francisco pidió que se abran corredores humanitarios de manera “urgente”.
En ciudades como Berlín, Praga, Madrid o Ámsterdam se vivieron multitudinarias manifestaciones contra la guerra y en apoyo a Ucrania.
Contundente bloqueo financiero
En respuesta a la invasión, los países occidentales y sus aliados, como Japón, anunciaron excluir parcialmente a Rusia del sistema de mensajería interbancaria Swift, clave en las transacciones internacionales.
En el sector petrolero, la británica BP anunció el domingo que retira su capital de la rusa Rosneft, una participación que asciende al 19,75%. “Rusia se ha convertido en un paria económico”, dijo el sábado un alto cargo estadounidense.
El domingo, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE aprobaron en una reunión por videoconferencia enviar aviones de combate y 450 millones de euros ($500 millones) a Ucrania para comprar armas.
La UE cerró además su espacio aéreo a los aviones rusos, por lo que la principal aerolínea rusa, Aeroflot, anunció el domingo que suspendía desde el lunes sus vuelos a Europa.
En el ámbito deportivo, y después de tres días de silencio, la FIFA impuso este domingo a la selección de Rusia jugar sus partidos como local fuera de su territorio y prohibió también el himno y la bandera rusos en toda sus competiciones, además de reservarse el derecho “a sanciones adicionales, incluida una eventual exclusión de las competiciones”.
Rusia invadió Ucrania tras exigir durante semanas que la OTAN vete la admisión de Ucrania y que la alianza transatlántica no siga avanzando hacia sus fronteras.
Putin reconoció el lunes pasado la independencia de las dos regiones separatistas del este de Ucrania, donde fuerzas prorrusas y el ejército de Kiev se enfrentan desde 2014, en un conflicto que ha dejado más de 14.000 muertos.