Adís Abeba AFP El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inició este domingo una visita a Etiopía para recompensar a un aliado crucial en la lucha contra el terrorismo en el Cuerno de África, con el riesgo de relegar a segundo plano la cuestión de los derechos humanos.
Obama pasará 48 horas en este país de 95 millones de habitantes, el segundo más poblado de África después de Nigeria, y aprovechará para visitar la sede de la Unión Africana (UA).
“Es la primera vez que un presidente estadounidense visita Etiopía. Esto hace que la relación entre nuestros países pase a un nuevo nivel”, celebró Tewolde Mulugeta, portavoz del ministerio etíope de Relaciones Exteriores.
Mulugeta explicó que las discusiones se centrarán en la seguridad regional, así como en el desarrollo económico y la buena gobernanza.
Etiopía experimenta un rápido desarrollo, con un crecimiento de cerca del 10% en los últimos cinco años, según datos del Banco Mundial, de los más altos del continente.
Contrario a Kenia, desde donde viajó Obama, Etiopía, gobernado con mano de hierro, es un islote de estabilidad en el Cuerno de África.
El país se presenta como un importante aliado en la lucha contra los islamistas somalíes shebab y tiene un contingente de unos 4.400 hombre en la Misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom), que apoya al débil Ejército somalí en su lucha contra los insurgentes.
Derechos humanos. Las organizaciones de defensa de los derechos humanos temen, no obstante, que la visita de Obama sea interpretada por las autoridades etíopes como una carta blanca a la represión de la prensa y oposición.
Hace dos meses, la coalición en el poder, liderada por el primer ministro Hailemariam Desalegn, consiguió el 100% de los escaños del Parlamento en las elecciones. El propio Departamento de Estado habló en su informe anual sobre Etiopía de “restricciones a la libertad de expresión”, “acoso e intimidación a miembros de la oposición y a periodistas” y “juicios políticos”.
“No queremos que esta visita sea utilizada para borrar las violaciones de los derechos humanos y se transforme en una recompensa. Animamos a Obama a que hable de los derechos humanos”, instó Abdulahi Halaje, de Amnistía Internacional.
Uno de los puntos fuertes de la visita será el discurso de Obama en la sede de la UA, desde donde podrá dirigirse a todo el continente y continuar con el compromiso adoptado en la cumbre EE. UU.-África de agosto de 2014.
Obama “traerá consigo las grandes empresas americanas. Su visita demuestra que hay que venir a África. Es un apoyo al sector privado”, dijo Enoh Eben, portavoz de la presidenta de la Comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma.
En un momento en que África está golpeada por numerosas crisis, las ONG y los actores de la sociedad civil esperan que Obama inste también a la UA a implicarse más en el respeto a la democracia y la gobernanza.
“El espacio ciudadano se estrecha en un número creciente de países africanos, incluidos los dos visitados. Cuando eso se convierta en una tendencia regional, la UA es la que está en mejor posición para adoptar una postura común y detener esa tendencia”, dijo Désiré Assogbavi, representante de Oxfam ante la UA.
El presidente Obama se despidió el domingo de Kenia con un discurso en el cual dijo que el país está en una encrucijada y lo instó a “escoger la senda del progreso” y continuar su lucha contra la corrupción, la desigualdad y la exclusión de mujeres y niñas.
Instó a los kenianos, y en especial a sus líderes futuros, a combatir la corrupción y los conflictos tribales, crear oportunidades para todos, mejorar la educación y la atención sanitaria y afrontar la amenaza del terrorismo.