La tensión sigue creciendo en Nicaragua ante más acusaciones de represión por parte del gobierno de Daniel Ortega contra ciudadanos que exigen en las calles que el mandatario salga del poder.
La última denuncia la hizo este sábado el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, sobre los ataques con gases lacrimógenos y balas de goma que se registran desde la tarde en la ciudad de Masaya.
"¡Caos en Masaya! Heridos, muertos, turbas armadas provocan y crean caos, población civil en angustia", escribió en su cuenta de Twitter Báez, quien es férreo opositor al gobierno.
¡Caos en Masaya! Heridos y muertos, turbas armadas provocan y crean caos, población civil en angustia.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) May 13, 2018
El escritor y ex vicepresidente nicaragüense, Sergio Ramírez, también se unió al llamado del cese de la violencia en esa ciudad.
Este es el dialogo, matando muchachos? Se va a celebrar este diálogo en la morgue? #SOSNicaragua
— Sergio Ramírez (@sergioramirezm) May 13, 2018
Por su parte, el diario local La Prensa informó de que un ciudadano resultó fallecido debido a los enfrentamientos. Al parecer habría muerto por un disparo.
Este sábado, el Ejército tomó distancia del mandatario al anunciar que sus efectivos no reprimirán a los manifestantes antigubernamentales.
El conflicto en Nicaragua ha cobrado la vida de al menos 51 personas desde que dio inicio el 18 de abril.
El representante de la Asociación Nicaragüense de Protección de Derechos Humanos (ANPD) Alvaro Leiva, informó que habían más de 100 heridos en Masaya desde que se iniciaron los disturbios en la noche del viernes.
Un médico de las brigadas voluntarias que trabajan en Masaya que pidió no ser identificado dijo a la AFP que sólo en su puesto sanitario llegaron más de 25 personas heridas, varias de ellas por impacto de bala.
El sacerdote de la iglesia San Miguel, Edwin Román, dijo a la AFP que Masaya "es un campo de batalla" y que en medio del caos grupos de delincuentes incendiaron la alcaldía, el mercado de artesanía y algunos negocios y viviendas de la ciudad.
"Tenemos que buscar la manera de que ambas partes se calmen porque esto es un caos", señaló a la AFP el padre de la iglesia San Sebastián de Masaya, Augusto Gutiérrez.
"Condenamos la represión que está viviendo el pueblo de Masaya. Hacemos un llamado al gobierno para que ordene a la policía que no siga disparando contra el pueblo", demandó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Los enfrentamientos en Masaya comenzaron la noche del viernes y se extendieron este sábado, como parte de las manifestaciones contra el gobierno que estremecen al país desde el 18 de abril y han dejado 51 muertos hasta el momento.
Respuesta oficial
El presidente Ortega respondió señalando que "estamos de acuerdo en trabajar cada uno de los puntos allí planteados por los obispos,, tomando en cuenta que en todos se recoge su buena voluntad como mediadores y testigos”, aunque no específico cómo ni cuándo procederá a cumplir las demandas.
Las protestas comenzaron el 18 de abril en rechazo de una reforma del seguro social, que desencadenó protestas en todo el país ante la ira que causó la represión del gobierno y para reclamar democracia y libertad.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) contabiliza hasta el momento 51 muertos y más de 400 heridos.
A juicio del exdiplomático y analista Róger Guevara, Nicaragua intentará superar la crisis mediante "un diálogo que no parece avanzar, pero que es lo más saludable dentro del plano de soluciones pacíficas" pese al rencor que hay por las vidas perdidas, dijo a la AFP
Ortega, un exguerrillero de 72 años, gobernó tras la victoria de la revolución sandinista (1979-90) que puso fin a la dinastía de la familia Somoza y retornó al poder en 2007.
“La gente exige un cambio porque llegó a la convicción de que el régimen (de Ortega) no tiene nada que ofrecer para el futuro del país”, advirtió en su blog el exdiputado de la disidencia sandinista, el abogado y economista Enrique Sáenz.
Ortega es "igual que Somoza. La diferencia está en que Somoza enfrentaba una insurrección armada y Ortega se ensaña en una insurrección cívica desarmada", apuntó Sáenz.
Mientras tanto, los manifestantes continuaban empeñados en seguir derrumbando los famosos "árboles de la vida", enormes estructuras metálicas que simbolizan el poder de la pareja presidencial y que fueron construidos en varias ciudades en Nicaragua.
'Buscan forzar a un caos'
Un empresario capitalino, quien solicitó no publicar su identidad por temor a represalias, manifestó desde el centro de Managua que la situación se mantiene tensa, en especial por las pandillas que han salido a las calles.
"Anticipábamos que hoy (sábado) iba a estar muy agitado con los grupos de choque del gobierno. El objetivo de esta gente era atacar a los estudiantes en la Universidad Politécnica (Upoli), con la intención de que no hubiera diálogo y así forzar a un caos nacional y luego salir diciendo que no se puede ir al diálogo”, manifestó el empresario.
Añadió que el barrio Monimbó de Masaya fue tomado por los protestantes y hasta ha quemado diversos sectores de la ciudad incluido el mercado.
A las 8:30 p.m. se sentía el temor de que la Juventud Sandinista junto a pandillas pagadas llegara hasta la Upoli y la Unam.
“No ha habido muchos saqueos de momento; el temor es toparse con esta gente civil que anda armada y hasta con palos. En el día salimos con normalidad al centro de Managua ; fue hasta horas de la noche que las fuerzas de choque han salido a las calles”, añadió el comerciante.