A petición del presidente Daniel Ortega, los obispos nicaragüenses aceptaron mediar en el diálogo entre el Gobierno y los empresarios, para hallar una posible salida al conflicto interno que ya cobró la vida de al menos 27 personas.
De esta forma se abrió ayer una puerta para empezar un acercamiento, una iniciativa que no satisface a parte de los ciudadanos, quienes piden la salida del mandatario y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, y exigen cuentas por la muerte de las víctimas.
“Nuestros muertos no dialogan”, decía una de las pancartas que portaba un joven manifestante, quien participó anoche en una marcha convocada en la ciudad de Managua, según dio a conocer el diario local La Prensa.
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El presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Leopoldo Brenes, leyó este martes ante periodistas el comunicado en el que se destacó como condición del diálogo “el cese de todo acto de violencia, el respeto a la propiedad y a la vida humana”.
Minutos después de su pronunciamiento, Ortega y Murillo expresaron en cadena nacional su satisfacción hacia los prelados por aceptar moderar el diálogo.
“Hemos recibido con mucho reconocimiento y respeto, su decisión de acompañar el proceso de diálogo que estamos instalando en el país”, afirmó Murillo.
En tanto, el obispo auxiliar de Managua y una de las figuras más críticas del gobierno, Silvio Báez, aseguró que formará parte del equipo de acompañantes de la Conferencia Episcopal, al igual que los obispos de León y Matagalpa.
Baéz dio esas declaraciones en una entrevista que se transmitió anoche por la cadena de noticias CNN.
Además, el obispo reprochó al Gobierno el uso de turbas, los grupos integrados por simpatizantes del Frente Sandinista, quienes se presentaron en las manifestaciones con palos, tubos y cadenas con el propósito de agredir a los manifestantes.
“Las turbas son un método aberrante que ha utilizado este gobierno para reprimir a la población”, dijo el obispo.
Conferencia Episcopal lee un comunicado de prensa donde instan al diálogo y a la paz al Gobierno y a todos los sectores de la sociedad civil por las protestas de #SOSINSS @laprensa @hoynoticias #SOSNICARAGUA pic.twitter.com/LWTi2nYxRL
— Oscar Navarrete (@navax1969) April 25, 2018
Desde el miércoles 18 de abril miles de estudiantes, pensionados y población civil se lanzaron a las calles para protestar por el anuncio de una serie de reformas en el sistema de pensiones decretado por el Gobierno, que incrementaba las contribuciones de los trabajadores y gravaba el pego a los pensionados.
Para tratar de mitigar los violentos enfrentamientos con la Policía, Ortega derogó la medida el domingo pasado.
"Nos tienen miedo porque no tenemos miedo. Asesinos. Asesinos", gritan el centenar de personas frente a la Policía Nacional en Plaza El Sol. Mientras los agentes ríen al fondo del complejo. La caminata avanza. @laprensa #SOSNicaragua #ResistenciaCiudadana pic.twitter.com/fH8TlWblYl
— Josué Garay (@SoyJosueGaray) April 25, 2018
Ese mismo día, el mandatario solicitó la mediación de la Conferencia Episcopal en el diálogo con el sector privado, pero el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) –que había sido su aliado desde el 2007 hasta que se desató esta crisis– condicionó su participación al cese de la represión.
Miles de personas participaron este lunes en una multitudinaria marcha para pedir el fin de la represión. La prensa local la calificó como inédita.
Liberación de detenidos
Este martes, el Gobierno afirmó que liberó a decenas de personas capturadas durante los disturbios, al tiempo que se restableció la señal del canal independiente 100% Noticias, que fue censurada desde el jueves pasado mientras se transmitía las protestas.
Muchos de los liberados son estudiantes, quienes denunciaron que fueron golpeados, torturados, rapados y sufrieron el robo de sus pertenencias por parte de los policías cuando estuvieron presos.