Alepo, Siria
Los países occidentales acusaron a Rusia el domingo en el Consejo de Seguridad de la ONU, reunido de urgencia en Nueva York, después de otra noche de bombardeos en la ciudad siria Alepo, lanzados por fuerzas gubernamentales sirias y con apoyo de Moscú, los cuales dejaron más muertos.
Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos convocaron al Consejo para aumentar la presión sobre Rusia e insistir en que frene a Damasco en su campaña de bombardeos en los barrios rebeldes de Alepo, cuya caída sería un espaldarazo para el gobierno del presidente Bashar al-Asad.
"Se están cometiendo crímenes de guerra en Alepo", dijo a periodistas el embajador de Francia, Francois Delattre. "No deben quedar sin castigo y la impunidad simplemente no es una opción en Siria", agregó.
"Justo cuando pensábamos que las cosas no podían ponerse peor en Siria, se pusieron", concordó el embajador británico, Mattew Rycroft.
"Las municiones incendiarias que se lanzan en Alepo son indiscriminadas y son una clara violación de las leyes internacionales, al igual que las bombas de barril que caen de los cielos", afirmó el diplomático.
"¿Qué excusa hay para hacer algo menos que tomar fuertes medidas para detener un crimen deliberado? Cuánto tiempo más quienes tienen influencia permitirán que esta crueldad continúe? Urjo a todas las partes involucradas a trabajar firmemente para poner fin a la pesadilla", declaró el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
Los países occidentales intentan frenar la ofensiva aérea lanzada el viernes por las fuerzas sirias y Rusia para reconquistar los barrios insurgentes en el este de Alepo, segunda ciudad del país.
La embajadora estadounidense, Samantha Power, indicó que se registraron más de 150 bombardeos sobre la ciudad en las últimas 72 horas y acusó a Siria y Rusia de lanzar una "ofensiva total".
En Alepo "lo que Rusia apoya y hace no es lucha antiterrorista, es barbarie", aseveró Power.
Su homólogo ruso, Vitali Churkin, responsabilizó a la coalición internacional. "Centenares de grupos fueron armados yb el país bombardeado sin criterio", expresó. "En estas condiciones, traer la paz es, en consecuencia, una tarea casi imposible".
Ataques sin pausa. La lluvia de bombas ha dejado al menos 124 muertos, 25 de ellos este domingo al amanecer, según un nuevo balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Entre ellos, figuran 19 niños y mujeres atrapados bajo las ruinas de los edificios destruidos en los ataques.
Personal médico y funcionarios de esa ciudad informaron de que los ataques estuvieron dirigidos contra los distritos en poder de los rebeldes en el este de Alepo.
La cantidad de víctimas rebasaba la capacidad de los hospitales y los médicos pronostican que muchos de los heridos fallecerán por la falta de tratamiento, según Mohammad Zein Khandaqani, miembro del Consejo Médico, que supervisa la atención médica en las zonas en poder de la oposición.
"Jamás he visto la muerte de tantas personas en un solo lugar", manifestó Zein Khandaqani desde un hospital en la ciudad. "Ha sido terrible hoy (domingo)".
El Observatorio, que depende de una red de contactos dentro de Siria, indicó horas antes que 213 civiles murieron a causa de los ataques aéreos y el fuego de artillería contra zonas de la oposición dentro y en los alrededores de Alepo desde que fracasó el lunes en la tarde la tregua impulsada por Estados Unidos y Rusia.
"Los bombardeos no han cesado en toda la noche", afirmó Ahmad Hajjar, un habitante del barrio rebelde de Al- Kallassé. "No he pegado un ojo hasta las 4 de la madrugada", agregó este hombre de 62 años.
La víspera, el Ban Ki-moon se declaró "consternado" por la "escalofriante escalada militar" en Alepo y advirtió de que el uso de armas avanzadas constituye un crimen de guerra.
Hajjar contó que su calle estaba llena de "bombas de racimo" sin explotar. "Un vecino fue abatido por una de ellas. Lo vi tropezar con ella, esta explotó, arrancándole sus extremidades. Fue una escena horrible", añadió.
Desde que el jueves el Ejército sirio anunció una nueva ofensiva para recuperar los barrios rebeldes, habitantes y militantes han dado cuenta de la utilización, además de las bombas de racimo, de un nuevo tipo de proyectiles que al ser arrojados hacen temblar la tierra, provocando el derrumbe de un edificio de varios pisos.
"No sé por qué el régimen nos bombardea de esta manera salvaje. Estamos sitiados y no tenemos adnde ir", declaró Imad Habbuche, en el barrio de Bab al-Nayrab.
Las 250.000 personas que viven en los barrios en manos insurgentes no reciben ayuda exterior desde hace casi dos meses y, además, no tienen acceso al agua corriente desde el sábado a causa de los bombardeos, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Nota del editor: información actualizada alas 8:30 p. m.