Ginebra
El número de desplazados internos en Libia pasó de 60.000 a principios de 2014 a 400.000 a mediados de noviembre, según un informe publicado hoy por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La inmensa mayoría de los desplazados tuvieron que abandonar sus casas forzados por la violencia y los combates que vive el país desde la caída del dictador Muamar al-Gadafi en octubre del 2011.
La ONU intenta llegar a una solución mediante el diálogo político entre las partes en conflicto en el país norteafricano, dirigido por dos gobiernos y dos parlamentos rivales (Trípoli y Tobruk) , que compiten por el poder.
El texto describe como la violencia y los combates no hicieron más que arreciar el año pasado, especialmente alrededor de Trípoli y Bengasi, una violencia que pagan especialmente los civiles, dado que son víctimas de ataques indiscriminados.
Los expertos de la ONU también registraron de forma "habitual" asesinatos y ejecuciones sumarias.
Asimismo, hospitales, escuelas y aeropuertos fueron objetivo de ataques deliberados o usados militarmente.
Se han enumerado numerosos ataques, secuestros, asesinatos y otras formas de violencia contra activistas, periodistas, políticos de la oposición y defensores de derechos humanos.
Asimismo, se han recibido numerosas denuncias de torturas y malos tratos a detenidos y reos.
Ante esta situación, el informe pide a las autoridades que hagan todo lo necesario para que las actuales conversaciones de paz entre las partes en conflicto tengan efecto y la ley y el orden pueda volver al país.