Bruselas
La Alianza Atlántica, reunida de urgencia este martes en Bruselas a petición de Turquía, dio su apoyo al gobierno de Ankara en su doble ofensiva contra los rebeldes kurdos y el grupo Estado Islámico.
"La OTAN sigue de cerca el desarrollo de la situación y hemos asegurado a nuestro aliado turco nuestra fuerte solidaridad", dijo el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, al abrir la reunión de embajadores de los 28 países miembros de la Alianza.
"El terrorismo bajo todas sus formas no puede en ningún caso ser tolerado o justificado", explicó Stoltenberg, citando la "inestabilidad a las puertas de Turquía y a las fronteras de la OTAN".
El gobierno islamo-conservador turco, acusado durante años de connivencia con las organizaciones radicales que luchan contra el régimen sirio, cambió de estrategia la semana pasada, tras el atentado en Suruç (sur), atribuido al EI, y la muerte de uno de sus soldados en un ataque yihadista en la frontera siria.
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El presidente Recep Tayyip Erdogan reafirmó este martes que no cederá a la amenaza terrorista y que continuará con determinación su lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) y los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
"De ninguna manera vamos a echarnos atrás. Es un proceso largo y este proceso seguirá con la misma determinación", dijo Erdogan.
Desde el viernes, el ejército turco está llevando a cabo ataques aéreos contra objetivos yihadistas en Siria. El gobierno también ha dado su autorización, esperada desde hacía tiempo, para que los aviones estadounidenses que bombardean el EI en Siria e Irak puedan usar la base de Incirlik, en el sur del país.
Estados Unidos y Turquía decidieron el lunes reforzar su cooperación militar para erradicar al EI de la zona que ocupa en el norte de Siria, a lo largo de la frontera turca.
"La limpieza de estas regiones y la creación de una zona de seguridad permitirá volver a sus casas" a 1,8 millones de refugiados sirios instalados en Turquía, según Erdogan.
La cooperación entre Ankara y Washington tiene el objetivo de establecer "una zona libre del EI y mejorar la seguridad y la estabilidad a lo largo de la frontera en Turquía y Siria", explicó a la AFP un responsable militar estadounidense durante la visita a Etiopía del presidente estadounidense Barack Obama.
Sin embargo todavía están por definir los detalles del acuerdo. Según este responsable, los turcos apoyarían a los socios de Estados Unidos en Siria, es decir a los grupos de oposición moderados. Sin embargo no está sobre la mesa la zona de exclusión aérea que pide Ankara.
En paralelo a su ofensiva contra el EI, Turquía quiere continuar sus ataques iniciados el viernes contra los rebeldes kurdos del PKK en el norte de Irak hasta que depongan las armas.
Esta campaña pone en peligro el frágil proceso de paz que empezó en 2012 para poner fin a la rebelión kurda, que desde 1984 ha provocado 40.000 muertos.
"Es imposible seguir con el proceso de paz con los que atacan nuestra unidad nacional y nuestra fraternidad", dijo Erdogan en referencia PKK.
Sin embargo no todos los socios de Turquía en la OTAN aplauden su ofensiva contra los kurdos. "Hay que tener cuidado con confundir los objetivos", dijo el lunes el presidente francés François Hollande tras entrevistarse por teléfono con Erdogan.
"La autodefensa tiene que ser proporcionada" aseguró por su parte el secretario general de la OTAN el domingo, subrayando los "avances" en el proceso de paz.
La doble ofensiva turca suscita suspicacias sobre cuál es el objetivo real de Ankara, si el EI o los kurdos. Turquía está preocupada por la posible creación de una zona autónoma kurda en el norte de Siria.