Río de Janeiro. AFP. El papa Francisco criticó ayer a la jerarquía de la Iglesia católica y pidió a los obispos latinoamericanos, con quienes se reunió en Río de Janeiro, que no sean “mandones” ni se comporten como “príncipes”.
“Los obispos han de ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan ‘psicología de príncipes’, dijo Francisco en una reunión con los 45 obispos del comité coordinador del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (Celam).
El Pontífice se despidió de Brasil , donde impulsó con vehemencia una Iglesia simple que vaya a las periferias y defienda a los más pobres, tras haber oficiado en la mañana del domingo una multitudinaria misa en la playa para tres millones de personas, según el Vaticano.
En la homilía de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en Copacabana, pidió a los jóvenes peregrinos de todo el mundo “salir sin miedo a evangelizar” .
Francisco abordó un avión de la compañía Alitalia a las 22.35 GMT (4:35 p. m. hora costarricense) después de una ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobim, de Río de Janeiro, en la que dijo sentirse ya con nostalgia de Brasil.
Papel del obispo. El obispo de Roma, al referirse a lo que debe ser la función de los prelados, puntualizó que “el obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear”.
También alertó sobre el “clericalismo” bajo el cual la Iglesia proyecta una imagen de poder y privilegios, mientras el papel del laico es simplemente rezar y obedecer.
“El fenómeno del clericalismo explica, en gran parte, la falta de adultez y de cristiana libertad en buena parte del laicado latinoamericano”, manifestó el Papa nacido en Argentina.
Francisco indicó que la propagación de las comunidades eclesiales de base, de los consejos pastorales y de los grupos bíblicos, van “en la línea de superación del clericalismo y de un crecimiento de la responsabilidad laical”.
“Pastoral es el ejercicio de la maternalidad de la Iglesia. A veces nos olvidamos de eso y la pobre es madrastra”, expresó Francisco, lo cual arrancó risas entre los obispos.
También les pidió hablar a la gente en un lenguaje claro y llano, como él mismo hace: “¿Qué tal son nuestras homilías? ¿Nos acercan al ejemplo de nuestro Señor, que hablaba como quien tiene autoridad, o son meramente preceptivas, lejanas, abstractas?”.
Desde que inició su pontificado en marzo, Francisco ha buscado revitalizar la Iglesia católica, usando su viaje a Rio de Janeiro para exhortar a jóvenes fieles a propagar el evangelio y “armar lío” en sus diócesis.
El sábado resaltó ante a miles de obispos, padres y seminaristas que “es en las favelas, cantegriles, villas miseria, donde hay que ir a buscar y servir a Cristo .
”No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el evangelio”, añadió entonces.
Francisco trató de apuntalar su rebaño en Brasil, el país con más católicos del mundo.