Territorios Palestinos. Tropas israelíes y milicianos de Hamás se enfrentaron este jueves en encarnizados combates en la asolada ciudad de Gaza, en tanto que Israel aceptó hacer “pausas diarias de cuatro horas” en operaciones militares en el norte del territorio palestino, según Estados Unidos.
Israel “comenzará a hacer pausas diarias de cuatro horas en determinadas zonas del norte de la Franja de Gaza, que se anunciarán con tres horas de antelación” a partir de este jueves, declaró un portavoz de la Casa Blanca.
Miles de civiles palestinos iniciaron su huida a pie hacia el sur de la Franja de Gaza, dejando atrás el bombardeado norte, donde los combatientes de Hamás, con rifles de asalto y granadas propulsadas por cohete, se enfrentaron a los israelíes respaldados por vehículos blindados.
En una incursión al epicentro de los combates organizada por el ejército israelí, cuyas imágenes fueron sometidas a la censura militar, un equipo esta agencia observó palmeras quemadas, farolas torcidas y paneles de señalización deformados a lo largo de la carretera que bordea la costa.
Este jueves, el ejército anunció que la víspera tomó el control de un “importante centro” de Hamás en Jabaliya, un campo de refugiados del norte de Gaza, desde el que “los terroristas se entrenan y llevan a cabo ataques”.
Israel prometió “aniquilar a Hamás” en represalia por el ataque del 7 de octubre, en el que combatientes islamistas mataron a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240.
A los bombardeos practicados desde el ataque de Hamás, Israel le sumó el 27 de octubre una ofensiva terrestre que, según su ejército, le permitió entrar “profundamente” en la ciudad de Gaza. En la operación murieron ya 34 soldados israelíes.
Según Israel, la ciudad alberga el “centro” de Hamás, escondido en una red de túneles de varios cientos de kilómetros.
“Aterrador”
En la Franja, los bombardeos israelíes mataron ya a 10.812 personas, sobre todo civiles, de los que 4.412 eran niños, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) cifra en millón y medio el número de personas desplazadas desde el inicio de la guerra en el interior del enclave palestino, poblado por 2.4 millones.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cientos de miles de personas se encuentran todavía en el norte del enclave en “una situación humanitaria desastrosa”.
Israel negó sin embargo que exista una “crisis humanitaria” en Gaza, aunque reconoció “la situación difícil” de los gazatíes.
El ejército anunció este jueves que abrió un nuevo “corredor” de evacuación, después de que, la víspera, 50.000 civiles huyeran hacia el sur.
Mahmud al Masri enterró apresuradamente a tres de sus hermanos y cinco sobrinos en su huerto, antes de huir de Beit Hanun, en el noreste de la Franja de Gaza.
“El cementerio está en la zona fronteriza, donde los tanques llevan a cabo incursiones. (...) Moveré los cuerpos después de la guerra”, contó a esta agencia este agricultor de 60 años, refugiado en un hospital de Jan Yunes.
“Crisis de humanidad”
Desde hace casi un mes, el territorio palestino se encuentra asediado, sin acceso a agua, comida, medicamentos ni electricidad y dependiente de los escasos convoyes de ayuda que entran por el punto fronterizo de Rafah desde Egipto.
Por ese paso también fueron evacuados decenas de heridos palestinos.
En el hospital Al-Awda de Jabaliya, “los médicos utilizan linternas frontales”, y los cirujanos operan “con anestesia local” afirmó el doctor Ahmad Mhanna.
Este jueves tuvo lugar una conferencia humanitaria organizada por el presidente Emmanuel Macron en París, a la que el gobierno israelí no envió representantes y los países árabes a ningún emisario de alto nivel.
Durante el evento, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) alertó de nuevo sobre “la pesadilla que atraviesa Gaza hoy”, que “más que una crisis humanitaria, es una crisis de la humanidad”.
Sin tregua
Pese a los reiterados llamamientos a un alto el fuego, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recalcó que no lo concederá sin la liberación de los rehenes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró el jueves que “no hay posibilidad” de un alto el fuego.
Una fuente cercana a Hamás indicó a esta agencia que Catar intercede para obtener la liberación de 12 rehenes, seis de ellos estadounidenses, a cambio de una “tregua humanitaria de tres días”.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, que reside en Catar, se reunió este jueves en Egipto con el jefe de los servicios de inteligencia de ese país para hablar de la situación en Gaza, indicó el movimiento palestino.
El conflicto está teniendo repercusiones más allá del territorio palestino, y se extendió a la frontera israelo-libanesa, donde hubo intercambios de disparos diarios entre el ejército israelí y el movimiento Hezbolá, apoyado por Irán.
Al menos 83 personas murieron del lado libanés en esos enfrentamientos, 11 de ellas, civiles.
En Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, quince palestinos murieron este jueves en varias localidades según el Ministerio palestino de Salud. Al menos 170 palestinos fallecieron por disparos de soldados o de colonos israelíes en ese territorio desde el 7 de octubre.