Varsovia. Polonia anunció este miércoles que hizo retroceder a centenares de migrantes que intentaban entrar en su territorio desde Bielorrusia y acusó a Minsk y Moscú de estar organizando esta crisis a las puertas de Europa. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció, por su parte, una “situación intolerable” y pidió un acceso humanitario “inmediato”.
Más de 2.000 migrantes, principalmente kurdos de Medio Oriente, están agolpados desde hace varios días en una zona boscosa de la frontera oriental de la Unión Europea (UE), soportando temperaturas gélidas. Frente a ellos, al otro lado de las alambradas, en territorio polaco, un importante dispositivo militar les corta el paso.
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Los europeos acusan al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, un aliado de Rusia, de atraer a migrantes de Oriente Medio a su país y luego enviarlos a la frontera con Polonia, en represalia por las sanciones de la UE contra su país, impuestas por la represión a la oposición tras la elección presidencial del 2020. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, acusó incluso al presidente ruso, Vladimir Putin, de “orquestar” este movimiento de migrantes. Moscú calificó de “irresponsables e inaceptables” estas acusaciones.
Al menos diez migrantes han muerto en la región desde el inicio de la crisis, de los cuales siete han fallecido del lado polaco, según el diario Gazeta Wyborcza. Los migrantes están en campamentos improvisados, frente a la frontera polaca. Las autoridades de Polonia aseguraron este miércoles que aumentaron los intentos de atravesar la frontera.
Durante la noche, grupos compuestos por decenas de personas penetraron en Polonia por tres lugares diferentes y “todas ellas fueron obligadas a retroceder y devueltas a Bielorrusia”, manifestó a la prensa la vocera de los guardias fronterizos polacos, Katarzyna Zdanowicz.
15.000 soldados polacos
El ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak, explicó que unos “15.000 soldados” protegen las frontera, además de la Policía y guardias fronterizos. Su ministerio también alegó que las autoridades bielorrusas intimidan a los migrantes para que crucen la frontera por la fuerza.
Por su parte, Minsk señaló a Varsovia de cortar el paso a estas personas usando incluso “violencia física”, “gases” y “disparando por encima de sus cabezas”.
La prensa no puede acceder al lugar, sin embargo, imágenes difundidas por las autoridades de los dos países muestran a centenares de hombres, mujeres y niños en tiendas de campaña o en el suelo, agrupados en torno a hogueras para hacer frente a las bajas temperaturas.
“Exhorto a los Estados concernidos a tomar medidas inmediatas para desactivar y resolver esta situación intolerable conforme a las obligaciones que tienen en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y de los derechos de los refugiados”, mencionó este miércoles la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, en un comunicado.
Bachelet afirmó que “cientos de hombres, mujeres y niños no deben ser obligados a pasar una noche más en un clima glacial sin refugio, alimento, agua y cuidado médicos adecuados”.
‘Instrumentalización’
Este miércoles, el ministro bielorruso de Relaciones Exteriores, Vladimir Makei, aseveró que la UE provocó esta crisis para poder imponer nuevas sanciones contra su país. La ONU, la UE y Estados Unidos afirman que Lukashenko ha provocado esta crisis en respuesta a las sanciones ya existentes, impuestas tras la sangrienta represión de las manifestaciones contra su reelección.
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El jefe de la UE, Charles Michel, tenía previsto conversar sobre la crisis el miércoles en Varsovia con el primer ministro polaco. Este miércoles, la canciller alemana en funciones Angela Merkel pidió al presidente Putin “actuar” contra “la instrumentalización de los migrantes por parte del régimen en Bielorrusia”, según indicó este miércoles su vocero Steffen Seibert.
Rusia y Bielorrusia rechazan todos estos reproches y señalan las intervenciones militares occidentales en Oriente Medio como causa de estos flujos de migrantes que huyen de las guerras.
El martes, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, solicitó un punto de vista “único” para los migrantes que llegan a Europa. “¿Por qué, en lo referente a los refugiados que se dirigen a la UE desde Turquía la UE concede fondos para mantenerlos en territorio turco?”, se preguntó. Y “¿por qué los bielorrusos no pueden ser ayudados de la misma manera?”, agregó.