La guerra entre Israel y el grupo armado Hamás tiene impactos más allá de la Franja de Gaza, donde el saldo es de miles de muertes. El Mar Muerto es otro escenario de este conflicto, en donde el objetivo es golpear la dinámica comercial del pueblo sionista y sus aliados occidentales.
Los hutíes de Yemen llevan aproximadamente 30 días lanzando misiles a Israel, al tiempo que restringen el paso por el Mar Rojo a cualquier buque, afectando significativamente el comercio internacional.
A continuación, abordamos algunas interrogantes sobre las nuevas repercusiones de este conflicto.
¿Quiénes son los hutíes?
Este grupo armado en Yemen, también conocido como Ansar Allah (Partidarios de Dios), ha protagonizado múltiples conflictos con el Estado debido a una lucha de poder que se ha desarrollado a lo largo de los años, a pesar de no controlar completamente el país.
Aunque firmaron un tratado de paz en 2015, este no tuvo buenos resultados, ya que la pelea pasó de lo político a una guerra civil, donde el grupo armado controla Saná, la capital del país.
¿Por qué atacan a Israel?
Los hutíes forman parte del “eje de la resistencia” contra Israel, alineándose con grupos respaldados por Irán como Hamás o el movimiento libanés Hezbolá.
Declararon la guerra a Israel y afirmaron que continuarán tomando como blanco a barcos israelíes “hasta que cese la agresión contra nuestros hermanos en la Franja de Gaza”.
Los hutíes dispararon drones y misiles contra Israel desde el ataque perpetrado por el movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre en suelo israelí, en el que murieron 1.200 personas según Israel.
No obstante, durante el paso de las embarcaciones, no solo atacan barcos israelíes, sino que también lo hacen con otras embarcaciones de países europeos que atraviesan el Mar Rojo.
¿Qué pasa a nivel internacional?
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 instaron a los rebeldes hutíes de Yemen a dejar de amenazar el comercio marítimo internacional y a liberar un buque de carga secuestrado, situación que agravó el conflicto.
“Enfatizando la importancia de la seguridad marítima, llamamos a todas las partes a no amenazar o interferir con el ejercicio legítimo de los derechos y libertades de navegación de todos los buques”, dijo el comunicado publicado por la presidencia japonesa del G7.
“Especialmente llamamos a los hutíes a detener inmediatamente los ataques a civiles y las amenazas a las rutas de comercio marítimo internacional y a los buques mercantes y a liberar el M/V Galazy Leader y a su tripulación, capturado ilegalmente en aguas internacionales el 19 de noviembre”, agregó.
Además, en varias ocasiones señalaron que sus buques de guerra derribaron drones que parecían tener como destino sus embarcaciones, incluidos 14 este lunes.
¿Qué dice Estados Unidos?
El pasado 21 de noviembre, Estados Unidos mencionó la posibilidad de designar a los rebeldes hutíes de Yemen como organización terrorista.
Sin embargo, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, de visita en Israel, pidió este lunes que Irán ponga fin a su “apoyo” a los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen contra buques que transitan por el mar Rojo.
“El apoyo de Irán a los ataques hutíes contra barcos comerciales debe cesar”, dijo Austin en un comunicado tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
¿Cuáles son las consecuencias?
Grandes compañías mundiales de transporte marítimo anunciaron en las últimas horas la suspensión del paso de sus barcos por el Mar Rojo, una importante ruta comercial, tras los ataques de los rebeldes hutíes desde Yemen.
Grandes empresas de Alemania, Italia, Suiza y Francia suspenderán operaciones hasta que sea una vía segura. Por otro lado, el gigante británico de hidrocarburos BP anunció este lunes que se une a la suspensión del paso de sus navíos.
“Ante el deterioro de la situación en materia de seguridad para el transporte marítimo en el Mar Rojo, BP ha decidido suspender temporalmente todos los tránsitos a través del Mar Rojo”, indicó el grupo en un comunicado a la AFP.
El Mar Rojo es una “autopista del mar” que conecta el Mediterráneo con el Océano Índico, y por tanto Europa con Asia, por la que circulan unos 20.000 barcos cada año y según la Cámara Naviera Internacional (ICS), con sede en Londres, el 12% del comercio mundial pasa por el Mar Rojo.
Las preocupaciones respecto a las dificultades de suministro a través de la ruta comercial del Mar Rojo, junto a la debilidad del dólar, hicieron subir el lunes los precios del petróleo.