Beirut. El primer ministro libanés, Najib Mikati, afirmó este lunes que hace todo lo posible para evitar que su país se involucre en la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, así como para prevenir un conflicto a nivel regional.
“Estoy cumpliendo con mi deber para evitar que Líbano participe en la guerra”, aseguró el jefe de gobierno en una entrevista con esta agencia. Es responsable de gestionar los asuntos actuales en un país que lleva un año sin presidente. No obstante, subrayó que no puede descartar la posibilidad de una escalada.
Desde el inicio de la guerra, que comenzó con el ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre, Hezbolá, que tiene afinidad con Irán, y sus aliados llevaron a cabo tiroteos casi a diario desde el sur del Líbano, afirmando su apoyo a Hamás.
“Líbano está en el ojo del huracán”, añadió el primer ministro.
Mikati afirmó que no estaba en posición de indicar si Hezbolá, con el cual mantiene buenas relaciones, deseaba una nueva guerra con Israel.
“Todo está relacionado con la evolución de la región”, dijo, y estimó que en caso de que no se alcance un alto el fuego entre Israel y Hamás, los riesgos de una “escalada regional” son significativos.
Los analistas sostienen que una escalada de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza podría llevar a Hezbolá a intervenir de manera más abierta.
Se espera que su líder, Hassan Nasrallah, hable por primera vez este viernes; su intervención se espera desde el 7 de octubre.
“Hasta el momento, observo que Hezbolá actúa con sensatez y cordura”, pero, al mismo tiempo, “no puedo tranquilizar a los libaneses”, enfatizó.
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‘Caos en la seguridad’
Desde el 8 de octubre, Hezbolá bombardea principalmente las posiciones israelíes cercanas a la frontera entre los dos países, como muestra de su apoyo a Hamás.
Los enfrentamientos dejaron al menos 62 muertos, de los cuales 47 son combatientes de Hezbolá, según un recuento de esta agencia. Cuatro personas fueron asesinadas en el lado de la frontera israelí, según el ejército israelí.
Sin embargo, Hezbolá, un partido chiita que posee un extenso arsenal, evitó bombardear intensivamente el territorio israelí, a diferencia de lo que hizo durante la guerra entre Israel y Líbano en 2006.
Mikati advirtió que una escalada “no afectaría solamente a Líbano”. “Temo que una escalada abarque a toda la región y que el caos en la seguridad se extienda a todo el Medio Oriente”, previno.
Desde el inicio de la guerra, los aliados de Irán también atacaron a Israel desde territorio sirio, así como a las bases estadounidenses en Siria e Irak, lo que aumentó los temores de una expansión del conflicto.
Mediación de Qatar
Mikati realizó una breve visita este domingo a Qatar y destacó que Doha “juega un papel muy importante, especialmente en la mediación en curso” para intentar detener la guerra entre Israel y Hamás.
Este lunes se cumplen 24 días desde el inicio de esta guerra, que deja miles de muertos.
Hamás, que tomó más de 230 rehenes, expresó su disposición a liberarlos a cambio de la liberación de 5.000 prisioneros palestinos detenidos en Israel.
El primer ministro libanés señaló que la mediación de Qatar “casi tuvo éxito el viernes, pero fue saboteada por las operaciones terrestres israelíes en Gaza”.
En la actualidad, Qatar intenta “reanudar estas negociaciones, con la esperanza de que conduzcan a un alto el fuego” y a un “intercambio de prisioneros”, afirmó.
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Elegir un presidente
Mikati, quien encabeza un gobierno en funciones y con poderes limitados, subrayó además la urgencia de que “Líbano elija un presidente lo antes posible”.
"Este vacío político no es favorable para Líbano".
Desde el final del mandato de Michel Aoun el 31 de octubre del 2022, los diputados no pueden ponerse de acuerdo para elegir un sucesor y el Parlamento se encuentra dividido entre el bando de Hezbolá y sus adversarios.
El primer ministro instó a los diputados a reunirse y elegir a un jefe de Estado en el país, que está inmerso en una crisis económica que sume en la pobreza a la mayoría de la población.
“Los libaneses sufrieron bastantes guerras, las experimentaron generación tras generación”, añadió Mikati, cuyo país no solo enfrentó los diferentes episodios del conflicto con Israel, sino también una larga guerra civil (1975-1990).