Kiev. Las autoridades prorrusas de la región ucraniana de Jersón, en el sur del país y ocupada por Moscú desde marzo, anunciaron que pedirán al presidente Vladímir Putin su anexión a Rusia, cuyas tropas parecían disminuir su presión sobre la importante ciudad de Jarkov en el noreste.
“Habrá una solicitud (al presidente ruso) para hacer que la región de Jersón sea sujeto pleno de la Federación rusa”, declaró a las agencias rusas Kirill Stremusov, jefe adjunto de la administración cívico militar de este territorio ubicado justo al norte de la península de Crimea, anexada por Rusia en el 2014.
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La conquista de Jersón, único verdadero éxito militar para Moscú desde el inicio de su invasión de Ucrania el 24 de febrero, puede permitir la creación de un puente terrestre que una Crimea, la región separatista prorrusa de Donetsk (en el Donbás) y el territorio ruso.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, reaccionó este miércoles a la idea de una anexión afirmando que “corresponde a los habitantes de la región de Jersón decidir si deben hacer un pedido” a Putin. La inteligencia estadounidense cree que Putin está decidido a crear una conexión terrestre hacia Transnistria, un territorio controlado por Rusia en Moldavia, hasta llegar a Crimea.
El camino para lograr ese objetivo, que incluye Jersón, es la ciudad portuaria estratégica de Mariúpol, donde Ucrania dice que alrededor de mil soldados permanecen atrapados en circunstancias cada vez más duras en la acería Azovstal. Esta inmensas instalaciones son el último bastión de la resistencia en la ciudad, que vivió una destrucción implacable.
En la ciudad de Zaporiyia hay una planta siderúrgica similar, llamada Zaporizhstal, construida también en la época de Stalin y que también podría servir si fuera necesario para desafiar la invasión rusa. “Podemos permanecer en los refugios durante mucho tiempo”, afirmó Ihor Buhlayev, de 20 años, un empleado de Zaporizhstal, mientras el metal fundido fluía y echaba chispas a su espalda. “Creo que nos permitirá sobrevivir”, aseguró.
Contraofensiva en Jarkov
Tras su fracaso a la hora de tomar Kiev, Rusia se concentra en asentar sus conquistas territoriales en el sudeste y en su ofensiva en el este, donde las fuerzas ucranianas luchan por mantener el control de la región del Donbás. “Vienen en oleadas”, manifestó Mykola, un combatiente voluntario, sobre los repetidos intentos de los rusos de avanzar hacia el sur, más allá de un río estratégico cerca de un asentamiento rural llamado Bilogorivka.
Más al norte, alrededor de la importante ciudad de Jarkov, las autoridades de Kiev anunciaron haber recuperado cuatro pueblos. “Las localidades de Cherkasy Tychky, Rusky Tychky, Rubijne y Bayrak fueron liberadas”, indicó el Estado Mayor ucraniano en Facebook.
“Los ocupantes están siendo expulsados gradualmente”, afirmó de su lado el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, en un discurso con “buenas noticias” de Járkov. “Agradezco a todos nuestros combatientes que se mantienen firmes y muestran una fuerza sobrehumana para expulsar al ejército invasor”, añadió.
Los distritos norte y noreste de Járkov, que tenían unos 1,5 millones de habitantes antes de la guerra, llevan semanas bombardeados por cohetes rusos que han causado muertes de civiles. En Kiev, la capital que quedó casi vacía desde el inicio de la invasión rusa, regresaron casi dos tercios de sus 3,5 millones de habitantes, aseguró el martes el alcalde Vitali Klitschko
Freno del suministro de gas
Los combates en el este parecen afectar por primera vez el suministro de gas ruso que transita por Ucrania, alimentando los temores de que la invasión rusa pueda empeorar una crisis energética en Europa.
El operador del gasoducto ucraniano GTSOU afirmó en un comunicado que el gigante energético estatal ruso Gazprom había “dejado de suministrar gas” en el punto de tránsito de Sokhranivka, citando las interferencia del ejército ruso. El volumen de gas que transita por esa zona representa un tercio del total que transita por Ucrania hacia Europa, según Naftogaz.
El miércoles, la cantidad de gas que transita por estas rutas podría haber disminuido en un día 18%, de 88 a 72 millones de metros cúbicos. La rusa Gazprom negó que hubiera motivos para que el operador ucraniano declarara “fuerza mayor” y dijo que era imposible redirigir todos los suministros.
Ayuda de EE. UU.
Mientras tanto, Ucrania sigue presionando a los países occidentales para que le den más apoyo. El martes por la noche, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un paquete de casi $40.000 millones en ayuda para Kiev, impulsado por el presidente Joe Biden.
El texto incluye un componente económico y humanitario, así como armas y municiones. Aún debe ser votado próximamente por el Senado antes de ser promulgado por Biden. La guerra tiene consecuencias económicas catastróficas para Ucrania, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo el miércoles que el país perdió cerca del 30% de sus empleos, es decir unos 4,8 millones de puestos de trabajo, desde el inicio del conflicto.
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