Islamabad
Ocho de los diez acusados por el intento de asesinato de la Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, de 17 años, fueron puestos en libertad y no condenados a penas de prisión tal y anunciaron las autoridades paquistaníes en un principio, informaron a EFE fuentes policiales.
A finales de abril pasado, fuentes judiciales y policiales informaron de que los diez acusados por el ataque a la activista, un símbolo de la lucha por la educación femenina, fueron condenados a 25 años de cárcel por un tribunal antiterrorista. Sin embargo, solo dos de los acusados fueron sentenciados y los otros ocho fueron puestos en libertad por falta de pruebas, dijo a EFE el jefe Policía de la región de Swat, donde ocurrió el ataque en 2012, Saleem Marwat.
"El tribunal condenó a dos de los hombres implicados en el intento de asesinato de Malala y los otros ocho fueron puestos en libertad por la falta de pruebas. La confusión la provocaron los medios de comunicación", afirmó Marwat.
Aijaz Khan, portavoz de la Oficina de Investigación Policial y quien ha tenido acceso al veredicto, confirmó esa versión e indicó que los condenados pasarán entre rejas diez años y no 25.
El juicio lo llevó a cabo un tribunal antiterrorista en instalaciones militares a puerta cerrada en Mingora, principal ciudad del valle del Swat donde fue atacada la joven activista, en el norte de Pakistán.
El Ejército paquistaní arrestó el pasado setiembre a los diez sospechosos, insurgentes pertenecientes al grupo islamista Shura, vinculado al principal grupo talibán del país —el Tehreek e Taliban Pakistan (TTP)— por su participación en el ataque perpetrado contra Malala el 9 de octubre de 2012.
La joven, un icono de la lucha por la educación femenina, volvía a su casa tras realizar unos exámenes cuando el vehículo en el que viajaba con otras quince niñas fue abordado por dos hombres armados que la tirotearon tras identificarla.
Después de ser trasladada a un hospital de Rawalpindi, cerca de la capital del país, la adolescente fue llevada aún inconsciente al Reino Unido, donde fue tratada de sus heridas y reside con su familia.
El Nobel de la Paz 2014 premió, en octubre, los esfuerzos por los derechos de los niños de la adolescente Malala, junto con el indio Kailash Satyarthi.