Riad. Un ataque con drones reivindicado por rebeldes yemeníes provocó incendios este sábado en dos instalaciones petroleras del gigante saudí Aramco en el este del reino, una acción condenada por Estados Unidos, que responsabilizó a Irán.
En la tercera acción en cinco meses contra la empresa, los insurgentes hutíes, apoyados por Irán, se responsabilizaron de estos golpes en la vecina Arabia Saudí, que a su vez apoya militarmente a las fuerzas progubernamentales de Yemen en su lucha contra los alzados en armas.
La televisión de los hutíes, Al Masira, habló de una “operación de envergadura contra refinerías en Abqaiq y Jurais” en el este del reino wahabita.
El ataque “llevó a la suspensión temporal de la producción en las instalaciones de Abqaiq y Jurais”, informó el ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salmán, en un comunicado publicado por la agencia de prensa Saudi Press Agency. La acción interrumpió la producción de 5,7 millones de barriles de crudo (alrededor de 50% de la producción total de Aramco).
Arabia Saudí “quiere y puede” responder a la “agresión terrorista”, aseguró el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, al presidente estadounidense, Donald Trump, en conversación telefónica.
"Estados Unidos condena con firmeza el ataque de hoy (sábado) contra infraestructura petrolera clave. Las acciones violentas contra zonas civiles e infraestructura vital para la economía global solo profundizan el conflicto y la desconfianza", señaló la Casa Blanca en un comunicado, tras la llamada telefónica.
Por su lado, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, no mencionó directamente a Teherán como perpetrador de los ataques, pero dijo que "Irán ahora ha lanzado un ataque sin precedentes contra el suministro mundial de energía".
El Ministerio del Interior saudí declaró previamente que “a las 4 a. m. (7 p. m. del sábado en Costa Rica) los equipos de seguridad industrial de Aramco intervinieron en incendios en dos de sus instalaciones en Abqaiq y Jurais”. Agregó que los “dos incendios estaban controlados”.
Arabia Saudí es el primer exportador mundial de petróleo.
Las autoridades de ese país reforzaron la seguridad alrededor de los dos sitios atacados e impidieron a los periodistas acercarse.
El sitio de Abqaiq, a 60 km al suroeste de Dahran, principal sede del gigante petrolero, alberga la mayor planta de tratamiento de petróleo de Aramco, según su sitio en Internet.
Jurais, a 250 km de Dahran, es uno de los principales campos petroleros de la empresa pública.
El emisario de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, se declaró “extremadamente preocupado por los ataques” y por la “reciente escalada militar”.
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— WorldEnergyTrade (@WorldEnergyTrad) September 14, 2019
Además, llamó a "todas las partes a la moderación" y a "evitar poner en peligro el proceso de negociaciones de Naciones Unidas" en Yemen.
El ataque fue condenado por Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Kuwait y Egipto.
Aramco planea salir a bolsa entre 2020 y 2021 y lanzar al mercado aproximadamente 5% del capital de la empresa, con lo que captaría unos $100.000 millones.
Objetivo de los hutíes
Los rebeldes yemeníes se atribuyen a menudo disparos de drones o de misiles contra objetivos saudíes. Afirman actuar como represalia a los ataques aéreos de la coalición encabezada por el reino, que desde el 2015 interviene en Yemen en apoyo a las fuerzas progubernamentales.
La coalición ha confirmado algunos de estos ataques y ha desmentido otros.
El 17 de agosto, los rebeldes hutíes anunciaron que perpetraron un ataque con 10 drones, “el más masivo jamás lanzado en Arabia Saudí”, contra el campo de Shaybah (este), que provocó un incendio “limitado”, según Aramco, en una instalación gasífera, sin causar heridos.
El 14 de mayo, los hutíes, que controlan vastas zonas en Yemen, reivindicaron un golpe con drones en la región de Riad, contra dos estaciones de extracción de un oleoducto que une el este y el oeste del reino, primer exportador de petróleo mundial.
Este ataque conllevó la interrupción temporal de las operaciones en el oleoducto y agravó las tensiones en la región del Golfo.
Estos ataques de los rebeldes yemeníes, cada vez más frecuentes, demuestran que poseen armas modernas y constituyen una amenaza para Arabia Saudí y, más particularmente, para sus instalaciones petroleras.
Las acciones de los insurgentes se producen en un contexto de tensiones en la región del golfo Pérsico, después de ataques y actos de sabotaje contra barcos petroleros en mayo y junio, que Estados Unidos y su aliado saudí imputaron a Irán. Teherán ha negado cualquier implicación en ello.
Imágenes de incendios causados por explosión de hasta 10 drones desplegados por rebeldes Houthis de Yemen (ya se han atribuido autoría), en instalaciones petroleras de la ciudad saudí de Abqaiq, y de Hijra Khurais. Ataque tuvo lugar a las 4 am hora saudí.pic.twitter.com/rpXwC4zocY
— Jack Casablanca (@UberCitizen) September 14, 2019