Kiev. La reconstrucción de Ucrania costaría unos $350.000 millones si la guerra tras la invasión rusa terminara hoy, según un comunicado conjunto publicado por el gobierno ucraniano, la Comisión Europea y el Banco Mundial.
Se trata de la primera evaluación completa del estado de la economía ucraniana y de los daños provocados por la guerra desde el inicio de la invasión en febrero, y permite “exponer las necesidades financieras y tener una hoja de ruta para encaminar la reconstrucción”, precisa el comunicado.
La suma es una vez y media el PIB de Ucrania de 2021 y casi un tercio, $105.000 millones, deberá utilizarse para las necesidades más urgentes en los próximos tres años. Esta estimación integra las destrucciones provocadas por los combates en la infraestructura, las viviendas y la industria, en particular en el este y sur del país, cuyo costo se evalúa en unos $97.000 millones.
Ucrania requiere $5.000 millones mensuales para sostener su economía en medio de la guerra, estimó en mayo su ministro de Finanzas, Serguiï Martchenko. Un esfuerzo internacional que incluye a los países del G7 y la Unión Europea permitió recoger unos $39.000 millones hasta ahora.
Rusia y Ucrania se disputan dominio en sector noreste
Por otra parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció este viernes que el Ejército ucraniano recuperó 30 localidades del noreste que habían caído en manos rusas desde el inicio de la invasión del país.
“De momento, las fuerzas armadas ucranianas liberaron y recuperaron el control de más de 30 localidades en la región de Járkov”, fronteriza con Rusia, indicó Zelenski en un video difundido en redes sociales. El jueves, las autoridades ucranianas informaron de la reconquista de la ciudad de Balaklia y de un avance territorial de 1.000 kilómetros.
Sin embargo, los cuerpos armados rusos no se quedaron de brazos cruzados ante la ofensiva ucraniana, pues este viernes anunciaron el envío de refuerzos también hacia la región de Járkov.
En Grakové, uno de los pueblos reconquistados, periodistas de la AFP comprobaron el viernes las destrucciones dejadas por los combates. La policía exhumó allí dos cuerpos, posibles víctimas de un crimen de guerra ruso. “Fue aterrador, hubo bombardeos y explosiones por todas partes”, contó Anatoly Vasiliev, de 61 años, uno de los pocos residentes que permanecieron en la aldea.
Pese a los avances de las tropas ucranianas, el gobernador de la región, Oleg Sinegubov, desaconsejó que los habitantes regresaran a sus casas ya que aún falta electricidad y gas.
El ministerio ruso de Defensa anunció por la mañana un despliegue de fuerzas en esa región y difundió un video que muestra varios camiones militares transportando cañones y vehículos blindados.
En Bruselas, el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, afirmó que el envío de esos refuerzos demuestra que Rusia paga un “precio enorme” por la invasión de Ucrania, lanzada hace más de seis meses.
En una señal del avance ucraniano, las autoridades prorrusas de los territorios ocupados anunciaron la evacuación de los residentes a otras zonas bajo control de Moscú o hacia Rusia. Un responsable de la administración de ocupación rusa en la región, Vitali Ganchov, afirmó en la televisión que “combates encarnizados” se libraban en torno a la ciudad de Balaklia.
“Ya no controlamos Balaklia. Hay intentos para desalojar a los fuerzas ucranianas, pero los combates son encarnizados y nuestras tropas permanecen en los alrededores”, afirmó.
Según Ganchov, también se libran combates cerca de la localidad de Shevchenkove, igualmente en la región de Járkov. “Ahí también las fuerzas armadas ucranianas intentan romper las defensas. Se han enviado hacia allá refuerzos de Rusia, nuestras tropas están replicando” afirmó.
Járkov, capital de la región homónima y segunda ciudad de Ucrania (después de la capital, Kiev), se halla muy cerca de la frontera con Rusia y estuvo en la línea de frente desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.