Caracas. AFP Miles de opositores venezolanos exigieron este miércoles en las calles al Consejo Nacional Electoral (CNE) que acelere el proceso de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, quien les auguró el fracaso al encabezar una concentración paralela.
Con escudos antimotines y barricadas, las fuerzas de seguridad impidieron a los manifestantes llegar a la sede del CNE en Caracas. En un sector lanzaron gases lacrimógenos que alcanzaron al líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles, lo que dispersó la marcha en la capital.
“El pueblo quiere cambio, sus trampas solo fortalecen nuestra determinación”, expresó Capriles, quien encabezó la marcha en Caracas.
En otras zonas del país, las autoridades también bloquearon las vías hacia las oficinas regionales del ente electoral.
Con un letrero en su pecho que rezaba “Soy trabajador público”, Róger Sierra dijo protestar “pensando en el futuro de Venezuela”. “Necesitamos un cambio”, declaró al asegurar que no teme a represalias del gobierno.
“A pesar de que nos bloquearon, el referendo va porque esto no se aguanta”, dijo en la marcha la joven universitaria Mariela Olivar.
Que se vaya. Un 68% de los venezolanos está a favor de que Maduro deje el poder, y 84% estima negativa la situación del país, según la firma Venebarómetro.
Vivir con la inflación más alta del mundo (180,9% en el 2015), una severa escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, y con cortes de luz por una crisis eléctrica, ha aumentado el malestar popular en este país petrolero de 30 millones de habitantes.
Este miércoles, una multitud saqueó un mercado en la ciudad de Maracay (80 km al oeste de Caracas). El no gubernamental Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social contabilizó 107 saqueos y conatos de saqueo en el primer trimestre del 2016.
A la tensión social y política se suma que, desde el martes, cientos de policías y militares realizan una amplia operación contra la delincuencia en sectores populares de Caracas y localidades aledañas, que dejó nueve muertos. Venezuela es uno de los países más violentos del mundo y solo en el primer trimestre se registraron más de 4.500 asesinatos, según la Fiscalía.
“Este país está al borde de una hecatombe social. Para que no haya violencia, tiene que haber revocatorio”, declaró el coordinador de la MUD, Jesús Torrealba, quien convocó a una concentración el sábado en Caracas.
La oposición acusa al CNE de ser un aliado del gobierno y de tratar de impedir que el referendo sea este año y haya elecciones. Si se hace después de enero de 2017, cuando se cumplen cuatro años del mandato presidencial, y Maduro pierde, la Constitución prevé que sea reemplazado por su vicepresidente.
No obstante, ante miles de seguidores frente al palacio de Miraflores, el mandatario aseguró que la oposición fracasará en su objetivo de sacarlo del poder.
“Ninguna de las estrategias anunciadas o activadas por la derecha oligárquica y fascista tiene viabilidad política, ni va a lograr su objetivo de derrocar la revolución bolivariana”, dijo.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que desde enero es amplia mayoría en el Parlamento, entregó el 3 de mayo 1,8 millones de firmas al organismo electoral para pedir la activación del referendo, aunque la ley exige poco menos de 200.000 (1% del padrón electoral).
El CNE confirmó este miércoles que el lunes finalizó el conteo de las planillas que contienen las rúbricas -en presencia de testigos de la oposición y el chavismo- y ahora empezará a digitalizarlas. Un 10,4% de las actas están “incompletas”, dijo en un comunicado.
La oposición le exige continuar con el siguiente paso del proceso y convocar a los interesados a validar sus firmas con la huella dactilar, lo cual debe hacerse en un lapso de cinco días.
Una vez que sean validadas esas firmas, la MUD deberá recolectar otras cuatro millones de rúbricas, en tres días, para que el referendo sea convocado. Para revocar a Maduro el “Sí” debería lograr más de los 7,5 millones de votos con los que fue elegido.
Jorge Rodríguez, expresidente del CNE y titular de la comisión supervisora designada por Maduro, acusó el lunes a la oposición de cometer “fraude”, anticipando que el 11% de las planillas estaban incompletas.