Berlín. Los dirigentes de las principales potencias occidentales debían discutir este viernes por videollamada el riesgo de una posible invasión rusa a Ucrania, informaron fuentes del gobierno alemán.
En la videoconferencia debían participar los presidentes estadounidense, Joe Biden, y de Francia, Emmanuel Macron; los jefes de gobierno alemán, Olaf Scholz, y británico, Boris Johnson; así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, informaron fuentes del gobierno alemán y de la presidencia francesa.
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El presidente polaco, Andrzej Duda; el jefe de gobierno italiano, Mario Draghi; y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también deben figurar entre los participantes. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, consideró el viernes que Rusia podía invadir Ucrania “en cualquier momento”, tras haber concentrado más de 100.000 militares y armas pesadas en su frontera con esa exrepública soviética.
Y el secretario general de la OTAN volvió a advertir que existe un “riesgo real de un nuevo conflicto armado” en Europa. “Seguimos sin ver ninguna señal de desescalada en la situación actual y lo lamentamos fuertemente”, apuntó este viernes el vocero del gobierno alemán, Steffen Hebestreit.
En los últimos días se incrementaron las discusiones entre las partes, pero no se ha logrado ningún avance para resolver la crisis, que los occidentales describen como la más peligrosa desde el fin de la Guerra Fría, hace tres décadas. El viernes, el Kremlin lamentó que las discusiones entre Alemania, Rusia, Ucrania y Francia, la víspera en Berlín, no arrojaron “ningún resultado”.
Rusia, que se anexionó Crimea en el 2014, niega tener una intención bélica hacia Ucrania, aunque condiciona la desescalada a que la OTAN le asegure que la exrepública soviética nunca será incorporada a la Alianza. Una condición que los occidentales consideran inaceptable.
‘Cero colaboración’
En paralelo, Moscú anunció nuevas maniobras militares en la frontera ucraniana, que se suman a las que ya está realizando desde el jueves en Bielorrusia, un país vecino de Ucrania. Además, la Marina rusa está realizando unas maniobras en el mar Negro.
Los líderes europeos se adentraron en un frenesí diplomático en las últimas semanas para tratar de desactivar la crisis, incluyendo visitas a Moscú del presidente francés y próximamente del jefe de gobierno alemán.
En tanto, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, juzgó el viernes que las relaciones de su país con el Reino Unido se encontraban en su nivel más bajo, al recibir a su homólogo británico Ben Wallace. “Desgraciadamente, el nivel de nuestra colaboración es de casi cero y pronto pasará bajo el umbral del cero y se volverá negativo”, consideró Shoigú, pidiendo a los occidentales que cesen de “atiborrar” de armas a Ucrania.
Las negociaciones a cuatro bandas celebradas la víspera en Berlín, en las que participaron Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, evidenciaron la brecha que separa a Moscú de los occidentales y de su aliado ucraniano. Las discusiones, “difíciles”, según dijeron fuentes próximas a los negociadores franceses y alemanes, duraron casi diez horas.
Moscú insiste en que el gobierno ucraniano negocie directamente con los separatistas prorrusos del este, a quienes el ejército ucraniano combate desde el 2014 en un conflicto que ha dejado más de 13.000 muertos. Aunque Ucrania se niega, considerando que el único interlocutor legítimo es el gobierno ruso, al que acusa de apoyar a los separatistas.
Aún así, Kiev señaló este viernes que “todo el mundo tiene voluntad de obtener un resultado” y que las negociaciones continuarán.
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Las cosas podrían ‘acelerarse’
Biden instó el jueves a sus conciudadanos a salir de Ucrania inmediatamente, pues “las cosas podrían acelerarse rápidamente”. El gobierno ucraniano, que ha denunciado varias veces el alarmismo de Washington, quitó importancia a esas declaraciones.
“Esta declaración no evidencia ningún cambio radical de la situación”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. El mandatario estadounidense, sin embargo, descartó nuevamente el envío de soldados a Ucrania, ni siquiera para evacuar a sus ciudadanos en caso de invasión, porque eso podría provocar una “guerra mundial”.
En cambio, Estados Unidos amenazó con imponer fuertes sanciones económicas contra Rusia en caso de agresión militar.