Harare.
El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe , fue declarado ganador con 61% de los votos en la primera vuelta de la elección presidencial del miércoles y su partido, Zanu-PF, logró una mayoría de dos tercios en la Asamblea, pero su principal rival Morgan Tsvangirai anunció que boicoteará al nuevo gobierno elegido tras un voto "fraudulento".
Mugabe, considerado como un paria por la comunidad internacional en los años 2000 a causa de las violaciones a los derechos humanos y obligado desde 2009 a compartir el poder para evitar una guerra civil, fue declarado como "debidamente elegido" a la presidencia por la Comisión Electoral.
El veterano líder de 89 años, al frente del país desde hace más de tres décadas, logra así un nuevo periodo de cinco años al frente de Zimbabue.
La Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC) pidió a su principal rival, el primer ministro saliente y líder opositor Morgan Tsvangirai, quien sólo logró captar el 34% de los votos que reconociera su derrota a pesar de las dudas sobre la honestidad de los comicios.
"No participaremos en las instituciones del gobierno", declaró Tsvangirai durante una rueda de prensa al terminar una reunión de crisis de las instancias dirigentes de su partido, el Movimiento por un Cambio Democrático (MDC), asociado desde 2009 al ejercicio del poder en un gobierno de unión nacional.
"Acudiremos a la justicia", agregó y denunció "una elección ilegal" tras fustigar el jueves "una enorme farsa".
"Es su derecho el interponer recursos. Es algo bueno, es el camino a la sabiduría, desgraciadamente no creo que los tribunales hagan algo", declaró Rugare Gumbo, un portavoz de Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (Zanu-PF), el partido presidencial.
Un poco antes la Comisión Electoral daba el golpe de gracia a Tsvangirai al proclamar los resultados de las legislativas y declarando a la Zanu-PF ganador en 150 circunscripciones lo que dejó a la formación con una mayoría calificada en la Asamblea.
Morgan Tsvangirai y su partido, el MDC, mayoritario en la Asamblea desde 2008, perdió casi todo. Le quedaron sólo 49 escaños de las 210 bancas de la cámara baja, sumergidos por una marea verde –el color del partido presidencial–, incluso en las grandes ciudades como Bulawayo y Harare en donde se lo daba como ganador.