Moscú. Rusia afirmó este sábado que “no aceptará” la imposición de un precio máximo a su petróleo decidida por las potencias occidentales para limitar los medios financieros de su ofensiva en Ucrania.
"No aceptaremos ese tope", declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, citado por las agencias rusas, agregando que Moscú estaba "analizando" la medida.
Los 27 países de la Unión Europea (UE), el G7 de las economías más avanzadas y Australia acordaron el viernes imponer un precio máximo de 60 dólares al barril de petróleo procedente de Rusia, segundo exportador mundial del carburante.
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La medida entrará en vigor el lunes, junto a un embargo de la UE al crudo ruso, en una nueva vuelta de tuerca de las sanciones aplicadas desde que el presidente Vladimir Putin desencadenara la operación militar en Ucrania, el 24 de febrero.
El bloque europeo pretende con ese arsenal de iniciativas, que se suman a los embargos sobre el crudo ruso impuestos hace varios meses por Estados Unidos y Canadá, mermar la financiación de la guerra de Ucrania.
Los bombardeos rusos de las últimas semanas se concentraron en las infraestructuras energéticas del país, en represalia por los reveses militares sufridos por Moscú.
El último ataque tuvo lugar el 23 de noviembre y dejó a millones de ucranianos sin electricidad ni agua, en momentos en que el invierno empieza a hacerse sentirse con rigor.