Rusia afirmó este domingo que bombardeó dos cuarteles militares en Kramatorsk, al este de Ucrania, e infligió duras pérdidas a su adversario en “represalia” al ataque ucraniano en Makéyevka en Año Nuevo, una reivindicación negada por Ucrania.
"En respuesta al bombardeo criminal del régimen de Kiev en los primeros minutos de enero de 2023 (...), las fuerzas rusas realizaron una operación en represalia", señaló el ministerio ruso de Defensa en su informe diario.
"Más de 600 soldados ucranianos fueron abatidos", añadió.
Serguéi Cherevaty, uno de los portavoces del ejército ucraniano, negó que el bombardeo provocara tantas pérdidas.
LEA MÁS: Putin ordenó cese del fuego y Ucrania lo califica de ‘hipócrita’
“Esta información es igual de cierta que el hecho de que los rusos habían destruido todos nuestros HIMARS”, el sistema de lanzamisiles estadounidense utilizado en el bombardeo de Makéyevka, en que murieron al menos 89 soldados rusos.
"Las tropas rusas no tienen la capacidad de efectuar bombardeos de alta precisión", añadió Cherevaty en declaraciones a un medio local.
La AFP no pudo verificar el balance reivindicado por Rusia a través de fuentes independientes.
Los bombardeos rusos son habituales en Kramatorsk, controlada por el ejército ucraniano y situada en la región de Donetsk.
Lluvia de misiles
Según las autoridades ucranianas, siete cohetes cayeron sobre Kramatorsk la noche del sábado. Otros dos cayeron sobre la localidad vecina de Kostiantynivka.
Pavlo Kirilenko, jefe de la administración regional ucraniana de Donetsk, dijo que los misiles impactaron “una institución educativa, un edificio industrial y un garaje cooperativo”. Además, aseguró que no provocaron bajas en el bando ucraniano.
Periodistas de la AFP en Kramatorsk escucharon al menos cuatro explosiones antes de la medianoche.
El ministerio de Defensa ruso no precisó cuándo tuvo lugar el bombardeo, pero sí que aseguró que "en las últimas 24 horas" detectaron los lugares de bases temporales del ejército ucraniano en Kramatorsk.
Según Moscú, más de 1.300 soldados ucranianos estaban desplegados en esas dos bases.
En la madrugada del 1.° de enero, poco después del tradicional mensaje de Año Nuevo del presidente ruso, Vladimir Putin, Ucrania atacó una base provisional en Makéyevka, en la región de Donetsk.
Esta ofensiva dejó, al menos, 89 soldados rusos muertos, el balance de bajas más importantes reconocido por Moscú desde el inicio del conflicto.
LEA MÁS: Putin prepara a Rusia para una larga guerra en Ucrania, afirma el jefe de la OTAN
Durante la noche del sábado al domingo, concluyó en Ucrania el alto el fuego de 36 horas, anunciado de manera unilateral por Putin y que no impidió que continuaran los combates.
El ejército ucraniano, que no aceptó la tregua, acusó a su enemigo ruso de no haberla respetado.
"Rusia bombardeó en Jersón con munición incendiaria justo después de la Navidad" ortodoxa, denunció el domingo por la noche el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en su discurso diario.
"Los bombardeos en Kramatorsk fueron contra objetivos civiles y se produjeron durante el supuesto silencio del ejército" ruso, criticó Zelenski.
El alto el fuego ruso concluyó a las 21H00 GMT del sábado, es decir, a la medianoche en Moscú y a las 23H00 en Kiev.