Kiev. Rusia intensificó este lunes los ataques contra las regiones de Járkov y Donetsk, en el noreste y el este de Ucrania, a pocos días de que los 27 países de la Unión Europea (UE) discutan la candidatura de Kiev al bloque.
Al inicio de una semana de intensa actividad en torno a la candidatura de Ucrania a la comunidad europea, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, afirmó que Rusia cometió un “verdadero crimen de guerra” al bloquear la exportación de cereales y granos ucranianos.
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En este sentido, “África es rehén de quienes empezaron la guerra contra nuestro Estado”, dijo el presidente ucraniano en un discurso por videoconferencia ante la Unión Africana (UA), lamentando que el nivel “injusto” de los precios de los alimentos “provocado por la guerra rusa se esté notando dolorosamente en todos los continentes”.
Sin embargo, la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, aseguró el lunes que la posibilidad de una hambruna “es culpa de los regímenes occidentales, que actúan como provocadores y destructores”.
En un momento de crecientes temores por las consecuencias de la invasión en los precios de los alimentos, Alemania organizará este viernes una reunión internacional sobre el tema a la que asistirá el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken.
Asimismo, los 27 países de la UE se reúnen el jueves y el viernes para pronunciarse sobre si el país puede recibir la categoría de aspirante, una decisión que debe ser tomada por unanimidad. Este lunes “comienza una semana realmente histórica”, afirmó Zelenski el domingo en su discurso diario.
‘Nuestro ejército resiste’
“Obviamente esperamos que Rusia intensifique sus ataques esta semana”, advirtió el presidente ucraniano. “Nuestro ejército resiste”, afirmó.
Y así fue. Este lunes, la presidencia de Ucrania informó que hay un aumento de los bombardeos en la región de Járkov y un incremento de los ataques “en toda la línea del frente” en Donetsk, en el este, donde se registró un muerto y siete heridos.
En el Donbás, la localidad de Severodonetsk concentra la ofensiva para hacerse con el conjunto de esta cuenca minera del este, controlada parcialmente por los separatistas prorrusos desde el 2014.
“Los rusos controlan la mayor parte de los barrios residenciales” de Severodonetsk pero “si se cuenta toda la ciudad, más de un tercio sigue controlada por nuestras fuerzas armadas”, informó el jefe de la administración municipal, Oleksandr Striuk.
Serguéi Gaidai, el gobernador de Lugansk, una de las regiones que componen el Donbás, confirmó en la televisión la caída en manos de los rusos de la localidad de Metiolkiné, en la periferia de Severodonetsk.
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En el frente sur, el Ejército ucraniano asegura que las fuerzas rusas “son incapaces de avanzar el terreno” y solo siguen bombardeando. Por su parte, Rusia acusó a las fuerzas ucranianas de atacar plataformas de perforación de crudo en el mar frente a la península de Crimea.
“Esta mañana el enemigo atacó las plataformas de perforación de Chernomorneftegaz”, indicó en Telegram el gobernador nombrado por Rusia tras la anexión en el 2014 de Crimea, Serguéi Aksyonov. “Confirmamos que hay tres heridos, siete desaparecidos y garantizamos que la búsqueda sigue”, añadió.
Restricciones ‘hostiles’
Las consecuencias de la guerra continuaron notándose más allá de las fronteras de Ucrania, con Rusia amenazando a Lituania, miembro de la UE, por sus restricciones “abiertamente hostiles” al tránsito de mercancías por vía ferroviaria hacia el enclave ruso de Kaliningrado.
El Ministerio ruso de Relaciones Exteriores afirmó que si no se restablecía totalmente el tránsito de bienes entre Kaliningrado y el resto del país, Moscú “se reserva el derecho de actuar para defender sus derechos nacionales”.
Tanto Lituania como el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, afirmaron que la medida se ajusta a las sanciones ordenadas por la Unión Europea contra Moscú a raíz de la invasión rusa.
Discusiones ‘constructivas’
Por su parte, Turquía dio un nuevo golpe a las esperanzas de Finlandia y Suecia de adherirse próximamente a la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), al afirmar el lunes que la cumbre de la Alianza de la próxima semana en Madrid no supone ninguna fecha límite para decidir sobre esas solicitudes.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que las negociaciones entre Turquía, Suecia y Finlandia en Bruselas eran “constructivas” pero admitió que Turquía tiene “preocupaciones legítimas”.
Turquía acusa a los dos países nórdicos de albergar a militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), calificado como “terrorista” por Turquía y sus aliados occidentales. Por otro lado, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que es “improbable” que visite Ucrania durante la gira que hará por Europa a finales de semana.
Un retorno al carbón
Frente a la UE, Rusia utiliza como arma sus hidrocarburos y recortó durante la semana pasada el flujo de gas hacia varios países. En cambio, las importaciones de petróleo ruso hacia China aumentaron en un 55% en mayo, en comparación con el año pasado.
En un intento de reducir la dependencia de Rusia, y para reducir el consumo de gas, Alemania recurrirá a las centrales de carbón.
“Es amargo, pero es indispensable”, declaró el ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, pero el gobierno afirmó este lunes que esta medida es “limitada” y que se cumplirá con la promesa de abandonar el carbón antes del 2030.
Austria también anunció el fin de semana la reactivación de una central de carbón cerrada en el 2020.