Moscú. Rusia aportó este martes su apoyo a Irán al pedir a la administración estadounidense de Joe Biden que se reintegre primero al acuerdo sobre el programa nuclear iraní, para así salvarlo y garantizar su respeto por parte de Teherán.
En el 2015, Irán y el llamado Grupo de los Seis (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) firmaron en Viena un plan de acción global común para intentar resolver la cuestión nuclear iraní tras 12 años de tensiones.
Sin embargo, el acuerdo corrió el riesgo de hacerse añicos después de que el presidente Donald Trump decidió la salida de su país en el 2018 y restableció sanciones estadounidenses con Irán, que el acuerdo había permitido levantar.
Pero tanto Washington como Teherán exigen a la otra parte que dé el primer paso para rescatar el pacto, algo considerado prioritario ahora por las grandes potencias tras la salida de Trump de la Casa Blanca
Con motivo de un viaje este martes a Moscú, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, logró el apoyo de Rusia, aliado de Irán.
“Esperamos (...) que Estados Unidos regrese al pleno respeto de la resolución correspondiente del Consejo de Seguridad, lo que creará las condiciones para que Irán respete todas sus obligaciones del acuerdo nuclear”, dijo el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
Zarif, por su lado, prometió que Irán “volverá a aplicar totalmente sus obligaciones” una vez que las sanciones de Estados Unidos contra su país estén levantadas.
Sin embargo, Francia, otro firmante del acuerdo, adopta una posición diferente de los rusos al considerar que si los iraníes quieren un retorno de Estados Unidos deben cesar cualquier “provocación” y asumir “sus obligaciones”, según la presidencia francesa.
Tras la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo, la República islámica se liberó de la mayoría de sus obligaciones, aunque desmintiendo que buscara con ello una capacidad militar nuclear.
En particular, Irán retomó sus actividades de enriquecimiento de uranio al 20%, cuando según el acuerdo de Viena había aceptado limitarlo al 3,67%.
Expectativa con Biden
La llegada del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, quien consideró que la política de su predecesor con respecto a Irán había sido un fracaso, genera esperanzas.
Biden manifestó su intención de que su país regrese al acuerdo, pero condicionó esta vuelta a que Irán respete sus compromisos de forma estricta.
El reto de los diplomáticos es ahora conjugar las precondiciones contradictorias de Estados Unidos, de un lado, y de Irán -con el apoyo de Rusia-, del otro.
Moscú ha criticado siempre la salida unilateral de Estados Unidos del acuerdo, y ha reprochado asimismo a los europeos su impotencia frente a Washington.
Pese a esas dificultades, Lavrov y Zarif afirmaron este martes su voluntad de "salvar" el acuerdo.
Para Rusia, el pacto sobre el programa nuclear iraní no está condenado ya que forma parte de los escasos temas en los que tanto Moscú como Washington tienen interés común en hacer avanzar.
En diciembre, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, consideró que un “diálogo selectivo” con Estados Unidos sobre Irán era posible, así como sobre el tratado de desarme nuclear New START.
Sin embargo, las relaciones ruso-estadounidenses están en su más bajo nivel desde hace años. Y la llegada al poder de Biden no augura una gran mejora, ya que el nuevo presidente ha tenido duras palabras destinadas a Rusia.
Moscú hace lo propio y replica, contribuyendo a la habitual escalada verbal entre los dos países. Esta semana acusó a Estados Unidos de injerencia tras las manifestaciones antigubernamentales en Rusia.