Kiev. El G7 de las mayores economías avanzadas condenó este miércoles la ocupación rusa de la planta nuclear de Zaporiyia, y urgió a Moscú a devolver su control total a Ucrania.
“Exigimos que Rusia devuelva inmediatamente a su propietario soberano legítimo, Ucrania, el control total de la planta de energía nuclear de Zaporiyia”, escribió el G7 en un comunicado emitido por Alemania, que ocupa la presidencia.
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El grupo se dijo “profundamente preocupado por la grave amenaza” que representa el ejército ruso para “la seguridad” de las instalaciones nucleares ucranianas.
El personal ucraniano de la planta “debe poder realizar sus tareas sin amenazas o presión. El continuo control ruso de la planta pone en peligro a la región”, señalaron los ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes del grupo.
La central de Zaporiyia, la planta nuclear más grande de Europa, dispone de seis de los 15 reactores ucranianos, capaces de suministrar energía para cuatro millones de hogares.
Las fuerzas rusas que la tienen ocupada desde marzo preparan su conexión con la península de Crimea, anexada por Moscú desde 2014, según el operador ucraniano Energoatam.
“Los militares rusos presentes en la central nuclear de Zaporiyia ponen en marcha el programa de Rosatom (el operador ruso, ndlr) para conectar la central a la red eléctrica de Crimea”, afirmó el presidente de Energoatom, Petro Kotin, a la televisión ucraniana.
Con base en las informaciones suministradas por Ucrania, expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) estimaron que los bombardeos del fin de semana pasado “no constituían una amenaza inmediata para la seguridad nuclear”, según el director general Rafael Grossi.
En un comunicado actualizado el miércoles, reiteró la necesidad de que una misión de expertos del OIEA visitara la central lo antes posible.
El OIEA no ha podido visitar la instalación desde que comenzó el conflicto hace más de cinco meses.